Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Manos Unidas trabaja con la Pastoral Social Cáritas Diocesana Coroico en el departamento de La Paz, para fortalecer las estructuras comunitarias de gestión de los recursos hídricos y potenciar el rol de la mujer como ambientalista.
Bolivia viene sufriendo de forma significativa el deterioro de los recursos naturales, por las actividades extractivas, la disponibilidad de infraestructuras obsoletas, los efectos del cambio climático y la importante incidencia de los incendios de origen antrópico con la finalidad de ampliar la frontera agraria. En este contexto es importante fortalecer las estructuras comunitarias de gestión de los recursos hídricos y hacer partícipe y protagonista a la mujer en su rol de agente activo en la protección del medio ambiente y en su participación en la agenda pública.
El proyecto se está desarrollando en siete comunidades rurales del municipio de Coroico, provincia Nor Yungas del departamento de La Paz. Se trata en un área que representa un espacio geográfico intermedio entre las alturas y la Amazonía. En el municipio, una de las actividades más importantes es la agrícola, la misma que requiere de suelos que se habilitan mediante la práctica del chaqueo, quema de cultivos para sembrar otros de interés local, una vez que el cultivo ha terminado su ciclo de vida y el suelo ha perdido su fertilidad. Durante los meses de chaqueo, los suelos quedan sin cobertura vegetal y quedan más expuestos a procesos de erosión, con el arrastre de la capa orgánica por la intensidad de las lluvias.
En la última década, las comunidades en el Municipio de Coroico están enfrentando el deterioro acelerado de sus fuentes y cuerpos de agua, tanto en calidad como en cantidad.
Tradicionalmente, en las comunidades, la gestión y administración de los comités de agua la ejercen los hombres, en parte porque se encuentran muy vinculados al mantenimiento y rehabilitación de los sistemas de agua, donde hay poca presencia femenina.Este hecho es contradictorio, ya que la mujer juega un importante papel en el manejo del agua; es ella quien la recoge, utiliza y administra no solo en los hogares, sino también en la agricultura.
En los últimos años, en Bolivia, se han promulgado distintas normativas que favorecen y exigen la participación igualitaria de las mujeres en la toma de decisiones de sus organizaciones y comunidades. Sin embargo, es de destacar que, a pesar de los progresos citados, se observa a nivel comunal una débil presencia de las mujeres, revelando que todavía su participación es muy limitada.
La Pastoral Social Cáritas Diocesana Coroico, Institución creada en el año 2012, tiene entre sus finalidades la de establecer una cultura de promoción y defensa de los derechos, especialmente de los sectores más vulnerables. En el proyecto se dará impulso a la participación de la mujer, su rol en la lucha contra el COVID-19, como principal usuaria doméstica del recurso agua-tierra.
Todas estas acciones se orientan a la preservación del medioambiente y a potenciar el rol de la mujer como ambientalista. Así, se plantea consolidar las oportunidades de participación efectiva de las mujeres en el ámbito comunitario y social, desarrollando capacidades que les permitan moverse fluidamente en el espacio público.
Los beneficiarios directos de este proyecto serán 1.853 personas
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.