Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El Proyecto se localiza en la población de Koko, en el Gobierno local de Koko Besse, Estado de Kebbi, noroeste de Nigeria. La población es de unos 154.700 habitantes, la mayoría de etnia Hausa, con algunos miembros Fulani, Lelna, Bussawa, Dukawa, Dakarkari, Kambari, Gungawa y Kamuku. Se trata de una zona de tránsito a los países vecinos Benín y Mali.
El clima es árido, con temperaturas entre los 35 y 40 grados. Alrededor del 80% de la población se dedica a una agricultura estacional (mijo, sorgo, arroz, algodón, cacahuete, trigo y maíz) durante los meses de lluvia (de abril a octubre), y al pastoreo. Durante la época seca (noviembre a marzo), hay poca actividad, excepto en las cooperativas agrícolas dedicadas al cultivo de hortalizas.
En Nigeria, con 191 millones de habitantes, la edad media es 18 años y según datos del Informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas de 2018, el 80% de la población tiene un empleo precario y hay un 20% de los jóvenes sin escolarizar y sin trabajo. Esta falta de oportunidades les hace vulnerables a todo tipo de abusos, especialmente graves en el norte del país, donde son blanco fácil de los grupos islámicos extremistas, que les utilizan para sus planes de desestabilización socio política, prometiéndoles dinero, posición y un trabajo inexistente.
Algunos de ellos dejaron la escuela o nunca asistieron, con lo cual tienen aún menos recursos para ganarse la vida. Otros emigran a las ciudades en busca de trabajo, y al no encontrarlo acaban en bandas delincuentes o intentando llegar a Europa por la ruta de Níger-Libia o Níger-Marruecos.
Los Salesianos, con otras 9 comunidades en Nigeria, están presentes en Koko desde 2014, donde empezaron con una escuela estacional de 3 aulas, a las que asisten los alumnos cuando hay menos actividad económica en la zona y sus familias permanecen en la ciudad.
En Koko no hay centros de formación profesional, tan sólo algunos talleres informales de costura, pero hay demanda de trabajadores para la construcción y con conocimientos de instalación eléctrica. Los salesianos proyectaron la oferta de Formación Profesional de un año en las ramas con más salidas en esta zona: construcción, electricidad y costura. Será una formación principalmente práctica, pero de calidad, que ofrece a los jóvenes la oportunidad de conseguir unos ingresos con los que ganarse la vida y salir de la espiral de pobreza, del riesgo de exclusión social y de la pertenencia a grupos de delincuencia.
Los Hermanos Salesianos solicitan la colaboración de Manos Unidas para la construcción del Centro de Formación Profesional, que incluye: talleres, aulas, servicios, sala de lectura y administración.
La Diócesis y los beneficiarios colaboran con la compra del terreno y mano de obra no cualificada, y los Salesianos con los gastos de preparación de documentos, parte de los gastos de construcción, mobiliario de los talleres y parte de los gastos de gestión del proyecto.
El aporte local (beneficiarios y Salesianos) representa el 29% del presupuesto, otros aportes suponen el 21% y Manos Unidas colabora con un 50%.
El número de beneficiarios directos es 60 al año, intentando que haya un mínimo de 20 chicas. Beneficiarios indirectos: 1.300.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
