Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El proyecto se lleva a cabo en 20 comunidades de 4 municipios del territorio ancestral Xinka que viven principalmente de la agricultura familiar de subsistencia, con el objeto de mejorar sus condiciones de vida.
Las actividades extractivas mineras de la zona han ocasionado la contaminación del agua y tierras, el desplazamiento forzado y la afectación de la subsistencia de identidad de los pueblos indígenas. La defensa de sus derechos, a través de la acción judicial, y la resistencia permanente ha ocasionado la confrontación con el sector empresarial que ha estigmatizado y deslegitimado las demandas de la población Xinca. No obstante, la acción de la población Kinka no ha sido de enfrentamiento, sino que se ha declarado defensora del territorio, la naturaleza y la vida misma.
El objetivo del proyecto es fortaleces los sistemas de producción agroecológica y comercialización, así como fomentar el cuidado y defensa de los bienes naturales, contando con la participación de las autoridades ancestrales, hombres, mujeres y jóvenes de las comunidades, para la exigencia y cumplimientos de sus derechos con igualdad de género.
Ante la situación de crisis sanitaria generada por la Covid-19, tanto el socio local, como Manos Unidas considera que esta iniciativa contribuye a fortalecer el tejido social de la región, ya que se continúa apostando por el fortalecimiento de la soberanía alimentaria.
La actual fase es la continuación del proceso iniciado el 2017, en el cual se han definido los siguientes campos de actuación:
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.