Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Aldea de Mondasore en Odisha al noreste de la India. Una zona de colinas y estrechos valles de difícil acceso que condiciona totalmente la vida de sus gentes. No hay servicios mínimos como electricidad, centros de salud o agua potable. No hay letrinas, ni públicas ni privadas, las dificultades de obtener agua para beber o asearse, unido a la falta de la mínima información básica sanitaria causan múltiples enfermedades por falta de higiene, hasta el punto de que en muchos casos acaban en muerte por malaria, meningitis o ictericia.
Los habitantes obtienen recursos paupérrimos a través de salarios agrícolas -más del 50% no poseen tierras-, recolecciones del bosque y trabajos por cuenta ajena (50% de la población), pero muchas veces ni les llega para vivir, por lo que el ahorro es inviable y el desempleo les empuja a migraciones que acaban en trabajos de semi-esclavitud y a soportar todo tipo de abusos.
En este contexto, las Hermanas Franciscanas de St. Joseph llegaron a Mondasore en 1995 y se dedicaron a la educación de las niñas tribales y descastadas, para lo que gestionaron un internado donde trabajan 4 hermanas. Ellas también colaboran en el dispensario que tiene la congregación y que atiende a la comunidad. Desde hace tiempo, la escasez de agua es un problema grave, ya que repercute en todo el sistema de vida de las 180 niñas internas, porque les crea constantes problemas de salubridad e higiene que provocan enfermedades y abandono escolar, pero también de seguridad, porque tiene que ir a la jungla a hacer sus necesidades, y desplazarse 1 km para bañarse y lavar la ropa cargadas con cubos y utensilios, exponiéndose a los peligros del ataque de animales y personas.
En verano el agravamiento en la escasez de agua les impide cocinar y lavar los utensilios de cocina y platos, lo que provoca una falta de limpieza absoluta en todo el recinto que se hace tan invivible que muchas niñas tienen que abandonar el internado por cuestiones de sanitarias. Estas dificultades inciden directamente en los estudios de las niñas, porque, además de caer enfermas, tienen que emplear mucho tiempo en la búsqueda de agua.
Por todas estas razones, las hermanas solicitan la colaboración de Manos Unidas para instalar un tanque que preserve el agua en época de lluvia, y excavar un pozo lo suficientemente hondo (90 m.) para que, durante la época seca, no se queden sin agua a causa de la evaporación. La contribución local será del 6% del coste total del proyecto. El tanque tiene la capacidad de retener 50 mil litros de agua, lo que es adecuado para las 180 niñas que se encuentran en la actualidad. El proyecto está en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible que aboga por el derecho al "Agua limpia y saneamiento".
Las beneficiarias directas serán las 180 niñas del internado, de entre 6 y 16 años, si bien toda la comunidad se vería beneficiada indirectamente.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.