Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La acción propuesta busca recoger y potenciar la experiencia que estas dos obras sociales han desarrollado durante su existencia, centrándose en las acciones de defensa de los derechos de las mujeres y otras personas víctimas de violencia de género para lograr su autonomía económica y social en Ecuador
Este proyecto se localiza en las provincias de Manabí, Esmeraldas y Sucumbíos, y en concreto en las ciudades de Manta, Esmeraldas y Nueva Loja de Ecuador. Este proyecto se ejecuta en zonas urbanas.
Hasta los años noventa en América Latina y el Caribe, la violencia contra las mujeres, sobre todo la que ocurre en el ámbito familiar, era considerada un asunto privado en el cual el Estado no debía intervenir; unido a esto, se sabía muy poco sobre ella y sus consecuencias, además no se la consideraba como un problema social, y mucho menos de ámbito público. Esta concepción se evidenciaba en la invisibilidad de la violencia de género hacia las mujeres, tanto en los ámbitos legislativo, ejecutivo y judicial, como también en otros sectores e instituciones de la sociedad.
En ese marco, en 1994 se crearon las primeras Comisarías de la Mujer y la Familia (CMF) como instancias especializadas de administración de justicia con un modelo de atención integral a las usuarias, orientado a prevenir, atender, juzgar y sancionar la violencia intrafamiliar, particularmente la ejercida contra las mujeres en el ámbito de sus relaciones personales y/o afectivas.
La entidad solicitante de ayuda es la Corporación Sol Justicia (CSJ), creada jurídicamente en 2009 y que forma parte de la Compañía de Jesús en Ecuador -Jesuitas-, como una entidad de coordinación y apoyo al diseño de estrategias, programas y proyectos, con y para sus entidades afiliadas, las cuales son las Obras Sociales de la Compañía de Jesús en Ecuador, entre ellas la Fundación Río Manta (FRM) y el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR). La acción propuesta busca recoger y potenciar la experiencia que estas dos obras sociales han desarrollado durante su existencia, centrándose en las acciones de defensa de los derechos de las mujeres y otras personas víctimas de violencia de género para lograr su autonomía económica y social. La Fundación Río Manta y el Servicio Jesuita a Refugiados llevan varios años al servicio de familias en condiciones de vulnerabilidad. Cada una ha venido trabajando en su campo específico y geográfico, pero no han tenido la oportunidad de consensuar estrategias y metodologías que hagan más eficaz y eficiente sus acciones.
En este sentido, se considera que el acompañamiento psicosocial y jurídico, la generación de medios de vida sostenibles, la sensibilización a familias y comunidades y la incidencia pública y política, son respuestas concretas y efectivas de las problemáticas que se quiere abordar en el proyecto. Tanto para el caso de las personas y/o familias en situación de pobreza o de movilidad, como para las mujeres o personas que han sufrido algún tipo de violencia de género, acceder a asesoría jurídica para el ejercicio de sus derechos, a atención psicosocial para una mejor integración, o a la posibilidad de fortalecer sus capacidades para implementar una iniciativa productiva, puede ser no sólo un mecanismo de inclusión social sino una oportunidad real para recuperar sus proyectos vitales y sus derechos más fundamentales (derecho a una vida libre de violencia, al trabajo, a la libre movilidad).
Manos Unidas financia el 83% del coste total del proyecto y el Socio local el 17%. El proyecto tiene una duración prevista de 24 meses.
Los beneficiarios directos de las tres zonas de ejecución son 2.640 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.