Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Camboya es uno de los países menos desarrollados del sudeste asiático, vive mayoritariamente de la agricultura de subsistencia, donde el 91% de los pobres están concentrados en las zonas rurales. Los servicios públicos de sanidad o educación, son deficientes, y los gastos en educación son asumidos por las familias.
La falta de acceso a una sanidad de calidad y con coste razonable hace que los problemas de salud graves lleven a las familias a la pobreza y la deuda.
La falta de inversión en educación y la escasa formación del profesorado hacen que el sistema educativo camboyano presente graves deficiencias, especialmente en cuanto a la alfabetización en los primeros cursos de preescolar y primaria. El 72% de los niños no son capaces de leer ni una sola palabra en lengua camboyana al final del primer curso de primaria, lo que tiene consecuencias nefastas a largo plazo: dificulta el aprendizaje, falta de comprensión lectora, incremento del abandono escolar y, en general, provoca nuevas generaciones poco formadas lo que perpetua el acceso a trabajos poco remunerados.
Nuestro socio local es la ONG camboyana Open Institute, que trabaja desde hace más de 10 años con UNICEF, USAID y otras agencias internacionales de desarrollo, para ayudar al desarrollo de los colegios, favorecer la participación de las comunidades y mejorar la calidad del sistema educativo. Han desarrollado materiales de apoyo a la educación compuestos por guías para profesores y cuadernos de matemáticas y de escritura (similares a los Cuadernos Rubio españoles). Son cuadernos de fácil manejo y que el Ministerio de Educación ha aprobado e integrado en el sistema educativo camboyano.
Manos Unidas apoyó la primera fase del proyecto, junto con USAID y UNESCO, la aceptación fue enorme, sobre todo porque durante el confinamiento ayudó a los alumnos a seguir con sus estudios.
Ahora solicitan la colaboración de Manos Unidas para continuar con el proyecto y llegar a los alumnos más vulnerables de escuelas remotas, a las que es más difícil acceder: sobre el lago Tonle Sap, escuelas de la Prefectura de Battambang y las minorías étnicas en el noreste de Camboya (provincias de Ratanakiri, Mundolkiri y Stung Treng). Para ello, se desarrollará un sistema de distribución permanente en el que el coste de los cuadernos será asumido por los beneficiarios a medio plazo. Los cuadernos se distribuirán online de forma gratuita en la web del Ministerio de Educación, y a través de librerías y puntos de venta de material escolar repartidos por todo el país, a un coste que las familias puedan asumir.
Además de la publicación y difusión de guías para profesores, se prevé la edición de materiales audiovisuales para formación de profesorado.
La aportación solicitada a Manos Unidas supone el 29% del coste total del proyecto y se dirige a cubrir parcialmente la impresión y distribución de los materiales formativos, así como la distribución gratuita y la formación de profesores de los colegios más vulnerables. La UNESCO y el Ministerio de Educación de Camboya aportan un 37% del total, destinado a cubrir costes de preparación, personal y funcionamiento. El socio local y los beneficiarios aportan el 34% restante, destinado a cubrir costes de preparación de cuadernos. La duración del proyecto es de 1 año y se beneficiarán directamente 82.000 alumnos de los que el 47% son niñas.
Los beneficiarios directos son estudiantes de los tres primeros años de primaria en colegios camboyanos, tanto públicos como privados. El último estudio de USAID sobre habilidad lectora al final de primer curso llega a la conclusión de que al final del año, los niños, de media, son capaces de reconocer sólo un tercio de las letras. Un 72% de los niños no son capaces de leer ni una sola palabra entera. Esta carencia tiene consecuencias nefastas a largo plazo, en el aprendizaje y formación futura de estos alumnos, ya que les condiciona de por vida como hemos mencionado.
Los cuadernos de alfabetización y matemáticas pueden ser especialmente útiles para niños que tienen un acceso limitado al sistema educativo. El nivel económico de las familias, en una mayoría de los casos, les permite dar cada día un poco de dinero a los estudiantes para que compren algo de comer en el colegio. Estos alumnos podrían fácilmente tener suficiente dinero para comprar un cuaderno de 3.000 rieles (algo más de medio euro) al mes. Las excepciones a esta regla son las poblaciones más vulnerables que han sido seleccionadas como beneficiarios en este proyecto y que recibirán los cuadernos de forma gratuita.
Serán también beneficiarios los profesores que recibirán formación para el uso de los cuadernos.
Las actividades a realizar incluyen el desarrollo (en coordinación con el Departamento de Educación Primaria del Ministerio de Educación) de siete cuadernos adicionales de matemáticas y lengua y el desarrollo de guía del profesor. También se cuenta con la impresión y empaquetamiento de un mínimo de 500.000 cuadernos, que llevan lápiz, sacapuntas y una caja de ceras de colores. Además se realizan 500 videos enseñando matemáticas de diferentes niveles, así como vídeos dirigidos específicamente a padres de bajo nivel económico y cultural.
Los profesores utilizan modelos educativos que no captan la atención de los estudiantes, son clases sin orden, y sin interacción. El absentismo laboral entre profesores es muy alto en las zonas rurales porque su sueldo no es suficiente para mantener a su familia y todos tienen algún otro negocio/terreno agrícola, por lo que en épocas de más trabajo (plantar y cosechar arroz) pasan épocas sin dar clase. Esta dinámica ha continuado así, a pesar del importante incremento salarial de los últimos años.
Los estudiantes rurales también tienen problemas de absentismo porque en ciertas épocas del año las familias les necesitan para labores agrícolas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.