Mejora de las condiciones de habitabilidad y salud en tres bateyes en Montecristi

Optimizar las condiciones de habitabilidad y salud en tres bateyes en Montecristi

La provincia Montecristi se encuentra en la costa norte de la República Dominicana, frontera con la República de Haití. Es una inmensa planicie con ligeras colinas, ninguna de las cuales sobrepasa los 700 metros sobre el nivel del mar. El clima de la provincia es semiárido con un promedio bajo de precipitaciones.

El presente proyecto se ejecutará en tres bateyes, que son antiguos asentamientos rurales puestos en marcha por la Grenada Company en los años 40 para albergar a trabajadores de las plantaciones de bananos. Estos tres bateyes (Juliana, Jaramillo I y Jaramillo II, del Municipio de San Fernando) han quedado abandonados desde los años 70 y, aunque supuestamente pertenecen al Estado Dominicano, éste no ha dotado de ningún servicio a los habitantes de los mismos, en su mayoría haitianos.

Educación y salud

Sólo la intervención de la Iglesia Católica, a través de la Parroquia, y del socio local, Caritas Montecristi, así como algún proyecto puntual de otras instituciones públicas o privadas han aportado algunos mínimos servicios de educación y salud.

 Sin embargo, las comunidades siguen sin contar con acceso a agua potable, saneamiento o electricidad. El estado de las viviendas, antiguos barracones, es cada vez más precario poniendo en riesgo la seguridad de las familias y menoscabando la dignidad de las personas al no contar ni con puertas, ni con ventanas.

El presente proyecto supone la segunda intervención en esta zona por parte de Manos Unidas, la primera priorizó la dotación de letrinas, depósitos de agua y cocinas mejoradas. Esta actual fase busca lograr un impacto mayor en el conjunto de los bateyes a través de la formación en prevención de la salud, uso del agua, saneamiento ambiental, prevención de riesgos naturales, jornadas de reforestación y recolección de residuos. De esta manera se pretende implicar al conjunto de la comunidad para que ellos mismos sean promotores de la mejora en sus condiciones de vida.

Dignificar las viviendas

Paralelamente se actuará en 60 viviendas de familias vulnerables que afrontan serios riesgos y pésimas condiciones de habitabilidad e higiene. Dichas reformas consisten en asegurar paredes, sustituir techados, desinfección y colocación de puertas y ventanas.

A lo largo del proyecto se creará un comité de gestión formado por los propios habitantes de los bateyes que quedará encargado de mantener los impactos del proyecto y permanecerá como núcleo de representatividad para negociar mejoras ante las entidades públicas y privadas.

El proyecto beneficiará directamente a las 240 personas que habitan estas tres bateyes, e indirectamente a unas 1.000 personas más que participarán de las formaciones en salud, prevención de riesgos, higiene y de las jornadas de forestación y recogida de residuos.

Manos Unidas aportará un 74% del presupuesto destinado a las partidas de construcción, equipos, personal local y gastos de capacitación. El socio local y los beneficiarios contribuirán con el 26% en las partidas de personal local, mano de obra no cualificada y funcionamiento.

Galería de imágenes: 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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