Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Contribuir al desarrollo de nueve comunidades de los departamentos de San Lorenzo y Candelaria de la Frontera (El Salvador) fortaleciendo la seguridad alimentaria de pequeños agricultores es el objetivo de este proyecto promovido por Manos Unidas Valencia. Además, también se apoya a 100 campesinos, la mayoría analfabetos y de escasos recursos.
Este programa tiene dos claras vertientes, por un lado capacitar a la población con sistemas productivos que mejoren sus ingresos, y por otro, fortalecer la organización comunitaria; es decir, capacitar a las personas que sufren pobreza extrema a llevar una vida digna.
El proyecto apoyará a 100 personas campesinas de diferentes familias de escasos recursos. La mayoría no sabe leer ni escribir, algunos tienen estudios a nivel de primaria. Se trata de una población marginada que desarrolla su actividad de subsistencia en las zonas más difíciles para la agricultura y con difícil acceso a servicios básicos.
Los efectos del cambio climático en El Salvador son cada vez más evidentes. Esto supone un grave problema, tenie
ndo en cuenta que la agricultura es su principal fuente de ingresos. Los municipios de intervención están considerados de pobreza extrema.
La iniciativa contempla la capacitación en sistemas productivos sostenibles, la introducción de nuevos productos (ganado mayor, frutales y árboles) con el objetivo de mejorar sus ingresos, y de contribuir a la seguridad alimentaria de las familias del campesinado.
Además, impulsará la protección de los suelos, la producción e intercambio de semillas criollas, la creación de las parcelas agroforestales y el establecimiento de sistemas agrosilvopastoriles con pastos mejorados.
Por otra parte, el proyecto impulsará la creación de grupos de ahorro, sin olvidar el fortalecimiento de la organización de campesinos a través de su capacitación en la escuela campesina y de la creación de comités comunitarios que incidan en las políticas del municipio.
En este sentido, es fundamental la formación de líderes que traten de potenciar las capacidades de otras personas en sus comunidades.
Asimismo, todas las capacitaciones perseguirán la integración y el empoderamiento de la mujer favoreciendo la equidad de género. En estos municipios la mujer juega un papel importante en el desarrollo de la comunidad.
Otro de los objetivos de la iniciativa es disminuir el impacto negativo medioambiental de la zona protegiendo el suelo utilizando abonos orgánicos, realizando campañas de reducción de basura y tratando de proteger las fuentes de agua.
El proyecto pretende que en el futuro la comunidad esté preparada para adaptarse a los cambios medioambientales, y así garantizar una seguridad alimentaria sostenible.
Manos Unidas aportará fondos para la compra de suministros agrícolas, forestales y pecuarios, las capacitaciones, la celebración del festival de semillas criollas, el funcionamiento, y el personal técnico (81%), el socio local aportará personal, funcionamiento y equipos (10%) y los beneficiarios mano de obra, transporte, suministros (9%).
Este proyecto ha surgido del trabajo y diagnóstico previo con las 9 comunidades del proyecto, recogiendo su visión y los cambios necesarios para mejorar la calidad de vida de estas comunidades y sus familias.
El programa de agricultura sostenible de Cáritas de Santa Ana ha trabajado desde 18 años aproximadamente en la construcción de un proceso auténtico de desarrollo rural, empoderamiento, toma de decisiones que parte desde el campesinado y desde su experiencia.
Por este motivo se trabaja en las comunidades en que los proyectos se convierten en procesos de vida del campesinado. Al finalizar la ejecución del proyecto, el campesinado queda empoderado y los procesos continúan sin ninguna ayuda externa.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
