Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
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El proyecto se desarrolla en Lalganj, zona semirural a 8 Km. de Ranchi, capital del Estado de Jharkhand, al norte de India. A pesar de ser el Estado más rico en recursos minerales de la India, Jharkhand es el quinto Estado más pobre del país, con algo más de la mitad de su población viviendo por debajo del umbral de la pobreza y con unos de los índices de mortalidad infantil y malnutrición más altos de India. Su superviviencia depende de los recursos naturales, la producción agrícola y los jornales en el campo, pero la productividad es muy precaria, dependiente de los erráticos monzones y centrada en el cultivo del arroz. Dependiendo de la zona, solamente entre el 20% y el 60% de las necesidades alimentarias están cubiertas con las propias cosechas. Por ello, la migración de la población tribal es un fenómeno histórico debido a la escasez de empleos y la escasa efectividad de las ayudas del Gobierno. Con la intención de contribuir a que los jóvenes consigan un medio de vida alternativo para poder salir adelante, nuestro socio local, las Hermanas del Sagrado Corazón, a través de su institución DMVK, con la que hemos colaborado en varios proyectos anteriormente, en colaboración con Don Bosco Tech Society, imparten desde 2016 cursos de capacitación en distintas disciplinas (electricidad, hostelería, costura y belleza). Don Bosco Tech Society recibe ayuda financiera de los fondos de Responsabilidad Social Corporativa de varias empresas empresas e implementa los proyectos en esta zona a través de nuestro socio local. Desde 2016, 536 jóvenes de los que un 80% son mujeres, han completado los cursos de capacitación de tres meses de duración y de ellos, 362 ya han sido contratados en prácticas o por empresas con las que la institución tiene acuerdos de colaboración. Los cursos van dirigidos a los jóvenes, mujeres principalmente, de 10 aldeas habitadas por estas comunidades de tribales y se imparten en las instalaciones de las hermanas. Sin embargo, y debido a la falta de espacio para alojar a los alumnos la tasa de abandono una vez empezados los cursos es alta. En estos tres años, 149 jovenes abandonaron después de inscribirse, principalmente mujeres que no tenían otra alternativa que alquilar habitaciones, lo que no es seguro para ellas. Por este motivo, solicitan la colaboración de Manos Unidas para construir, dentro del recinto propiedad de la Congregación, una segunda planta de 240 m2 distribuida en un gran dormitorio con capacidad para 30 internas, aseos y zona de almacenaje además de pasillo y hueco de escalera. Manos Unidas contribuirá con el 77% del coste total del proyecto y el socio local aporta el terreno y el 5% del coste de la construcción. Con este proyecto se beneficia directamente cada trimestre a 30 chicas tribales de las zonas rurales más remotas, proporcionándoles el alojamiento necesario para poder asistir diariamente a los cursos de formación profesional que les ayudará a encontrar un empleo digno. Un total de 120 chicas jóvenes, y de forma indirecta a unas 2.500 personas miembros de sus familias y en general toda su comunidad tribal se verán beneficiados de esta intervención por lo que supone de cambio en las vidas el recibir una educación o capacitación. El proyecto tiene una duración prevista de un año y está alineado con los ODS 1 "Acabar con la pobreza" y 8 "Trabajo decente y crecimiento económico".
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.