Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
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Gilgil es una localidad en el Condado de Nakuru en Kenia, ubicada entre las ciudades de Naivasha y Nakuru, al centro-oeste del país. Es un sitio de tránsito ya que está situado al lado de la carretera principal que une Nakuru con Nairobi. La población está en rápido crecimiento, sobre todo por la instalación de una base militar cerca, lo que ha atraído a gente de distintas tribus que se dedican principalmente al comercio y a pequeños negocios. Es una zona seca y relativamente fría durante todo el año, por lo que las condiciones no son muy aptas para la agricultura y la población depende principalmente de sus pequeños negocios para obtener algún ingreso. La escuela Politécnica Comboni, fundada por los Misioneros Combonianos en 1978, pasó a ser responsabilidad directa de la diócesis de Nakuru en 1989 hasta 2016, y actualmente está siendo gestionada por la Congregación Ugandesa de los Hermanos de San Carlos Lwanga, nuestro Socio Local en el presente proyecto, cuya misión es educar a los jóvenes pobres de Gilgil en profesiones que permitan darles un futuro y así contribuir a mejorar su nivel de vida y a reducir los niveles de pobreza de la comunidad. En la escuela imparten estudios de electricidad, mecánica de automóviles, albañilería, carpintería, pintura y señalética, moda y diseño, contabilidad e informática y hay actualmente 600 alumnos matriculados. Al encargarse en el año 2016 de la gestión de la escuela, el socio local se dio cuenta de que las instalaciones se encontraban en una situación de envejecimiento y mal estado por la falta de mantenimiento. Manos Unidas ha colaborado con la escuela politécnica en varias ocasiones, precisamente en la rehabilitación de los edificios. En 2018 llevamos a cabo una primera fase de pintura de los edificios, y en 2019 la pintura de algunos tejados y la sustitución del tejado del laboratorio de informática. En esta tercera fase se aborda el problema más complejo: sustituir los tejados de los cuatro talleres de pintura, electricidad, mecánica y carpintería que actualmente son de asbesto (amianto), con el riesgo que tienen de provocar enfermedades respiratorias y cancerígenas, por lo que están prohibidos por el Gobierno Keniata. La solución es retirarlos y sustituirlos, con las debidas precauciones, por otros tejados nuevos de planchas metálicas. Tanto los alumnos como los profesores de la especialidad de albañilería, trabajarán en las obras, por lo que el coste de la mano de obra correrá por su cuenta. El socio local solicita de nuevo la colaboración de Manos Unidas para la compra de los materiales de construcción, lo que supone el 95% del coste del proyecto. El socio local y los beneficiarios aportan el 5% restante. El objetivo del proyecto es contribuir a mejorar la formación profesional de calidad para la juventud keniata y los beneficiarios directos son los 600 alumnos, mayoritariamente chicos.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.