Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Con este proyecto garantizamos el derecho de los niños de Dédougou a una educación inclusiva y equitativa.
El proyecto se sitúa en Dédougou la 9.ª ciudad más grande en Burkina Faso, uno de los países más afectados por una inmensa crisis de seguridad cada vez más complicada, donde cada vez son más frecuentes los ataques terroristas de diferentes grupos yihadistas.
Los conflictos aumentan de forma inquietante en todos los niveles de la vida provocando una emergencia humanitaria sin precedentes.
Actualmente, más de dos millones de personas han abandonado sus lugares de origen para trasladarse a las ciudades, que son las únicas zonas fuertemente protegidas por la policía y el ejército. Se calcula que un 40% del territorio del país está en manos de los terroristas. La población ha abandonado los pueblos, sus casas y sus tierras y la vida como desplazados internos es aún más dura de la que tenían en sus pueblos de origen. Estas familias carentes de recursos e ingresos ejercen una fuerte presión sobre las estructuras escolares y sanitarias de las ciudades. Se han cerrado más de 6000 escuelas en el país y son muchos los niños y jóvenes que han debido interrumpir su educación.
El acceso a los servicios básicos de sanidad, higiene educación es difícil y en algunas zonas, imposible.
Nuestro socio local es la Congregación de Hermanas de la Providence de la Pommeraye, que se instaló en Dédougou en 1983 y realizan actividades en el ámbito de la salud, de la educación, de trabajo social y pastoral. En el año 2010 abrieron una escuela de preescolar que fue financiada por Manos Unidas y que cuenta este año ya con 327 alumnos. Ante la dificultad de encontrar plazas en las escuelas primarias al terminar, las hermanas se vieron obligadas a de forma transitoria habilitar dos salas del noviciado donde han empezado los cursos de primaria con 117 alumnos. Ante la petición de las familias, han elaborado un proyecto para construir una escuela primaria con seis aulas, despacho y almacén. Tienen el apoyo del Obispo y de la Cáritas diocesana. Se trata de un edificio de dos plantas, aunque en una primera fase se hará únicamente la planta baja.
Los beneficiarios han colaborado con un 5% del coste de la construcción destinado al pago del permiso de construcción y la Congregación hace un aporte adicional al presupuesto de construcción, destinado al equipamiento. Solicitan a Manos Unidas financiación para la construcción de esta primera planta, compuesta por tres aulas, despacho y almacén. Cuentan con un bloque higiénico que ha financiado el Ministerio de Educación. Los beneficiarios serán 150 alumnos que ocuparán las nuevas aulas. El proyecto se alinea con el ODS nº4 de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.