Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La misión de los jesuitas de Ankleshwar solicita ayuda para rehabilitar una escuela de primaria construida y financiada por Manos Unidas en 1993, y de esa manera poder admitir a más estudiantes.
En los suburbios de Ankleshwar, ciudad al sur del estado de Gujarat, en la Costa Oeste de la India, se hacinan muchas familias tribales que se han visto obligadas a emigrar de sus pueblos en busca de trabajo. Viven en condiciones infrahumanas, en chozas sin luz y sin agua, junto a las vías del tren, sin acceso a la sanidad o la educación más básica. Los empleos son temporales y los salarios no llegan a 1,50 euros diarios, con lo que se encuentran explotados por las industrias y totalmente desprotegidos. En esta situación, la educación es la única vía para encontrar un futuro mejor y que sus hijos puedan salir de este círculo vicioso.
La escuela de Primaria cuenta con un complejo escolar formado por la escuela, un internado para niñas dirigido por las Hijas de la Cruz y uno de niños dirigido por los jesuitas. Debido al altísimo grado de contaminación de la zona, y que han transcurrido más de 23 años desde la construcción de la escuela, el deterioro es grande poniendo en riesgo la salud del profesorado y de los alumnos, por lo que se hace necesaria una reparación urgente.
Manos Unidas se hace cargo de la rehabilitación que consiste en el cambio de tejado, suelos, aseos, puertas, ventanas, tuberías, drenajes, así como la remodelación de fachada y pintura. El socio local se encarga del 60% de los gastos de la reparación.
Este programa beneficia directamente a 600 alumnos; niños y niñas tribales, hijos de trabajadores residentes en la zona industrial de la ciudad.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
