Hoy, dejamos Atalaia do Norte y viajamos a Tabatinga. Esta ciudad se encuentra a 1.104 kilómetros de Manaos, capital del estado de Amazonas.
Solo un vuelo diario comunica ambas ciudades y la ruta fluvial puede tomar hasta una semana. No obstante, la distancia aérea entre Atalaia do Norte y Tabatinga se recorre en apenas en un par de horas. Por ello, optamos por este medio de transporte, que es crucial para los habitantes de estos municipios, pues se arriesgan a quedarse aislados en periodo de sequía, si ésta se prolonga o deviene extrema.
En Tabatinga, nos acoge el padre Javier, de la parroquia de Tabatinga, con el que nos entrevistamos en la casa del obispo de Tabatinga. Durante la charla, el religioso nos desgrana muchos de los problemas que tratan de lidiar en el día a día: migración y sus consecuencias, pobreza, hambre y exclusión social de los pueblos originarios.
Todo ello ratifica lo que ya sabíamos: el hambre y la desigualdad son agravadas y visibles en estas regiones, lo que a su vez confirma nuestro compromiso de continuar con nuestras acciones.
Nos llevamos todo este bagaje en el equipaje para seguir con nuestro viaje hasta Manaos, la capital del estado de Amazonas, localizada en el centro de la mayor selva tropical del mundo. Con una población de más de 2 millones de personas, es el municipio con más población indígena de Brasil. La mayor parte han migrado a pequeñas comunidades que se encuentran en las afueras de la ciudad.
Mañana, tendremos la oportunidad de conocer de primera mano sobre esta problemática.
