En mayo rezamos con María. Acogemos a hermanos y hermanas que han pasado por situaciones difíciles y dolorosas y han mejorado sus condiciones de vida gracias a su esfuerzo y al apoyo y solidaridad de muchas personas. Porque en Manos Unidas no hemos sido indiferentes a su realidad, hoy comparten con nosotros sus testimonios de esperanza y oramos con ellos.