Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Los beneficios de la panadería del Hogar del Buen Pastor, un hogar para niñas, contribuye al mantenimiento de las actividades que se realizan. El Hogar acoge, orienta, acompaña y forma a chicas jóvenes asegurándoles un oficio.
El proyecto se desarrolla en el populoso barrio de San Blas, de la peruana ciudad de Cuzco, donde las más afectadas por los elevados índices de pobreza son las niñas y mujeres. Estas no suelen tener recursos para terminar los estudios y suelen terminar condenadas a la servidumbre a cambio de alimento y vestido, y con riesgo de violencia y maltrato físico y psicológico.
La Congregación del Buen Pastor, presente en el barrio desde hace 15 años, conduce el Hogar del Buen Pastor donde acogen a jóvenes a las que orientan, acompañan y forman, asegurándoles un oficio. En este hogar para niñas hay dos tiendas, una de ellas es una panadería donde las jóvenes elaboran panes, pasteles y tartas que venden, a menor coste, a la población marginal de Cuzco.
Las internas asisten al colegio o a la universidad y también trabajan en la panadería y en la cafetería. El trabajo sirve para contribuir a los gastos del Hogar, la educación, el seguro médico, el material pedagógico y otras necesidades.
Para aumentar la producción y poder atender la demanda de nuevos clientes (colegios, comedores parroquiales, congregaciones, etc.), es preciso renovar la maquinaria de la panadería ya que la actual está obsoleta y sufre averías constantemente. Además, la intención es convertir la panadería en una microempresa para lo que se hará una selección de las jóvenes y mujeres interesadas, que recibirán formación teórico-práctica en:
Manos Unidas asume íntegramente los costes de la renovación del equipamiento de la panadería, que beneficiará directamente a 113 personas: 20 internas, 48 menores y 45 madres.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.