Alba es voluntaria desde este año en la Delegación de Almería.
«Ha sido un viaje lleno de aprendizaje y que nos ha permitido escuchar testimonios de personas que han pasado por la realidad de la migración. Es un privilegio haber podido asistir a este viaje y tener la oportunidad de conocer y ver cosas que no son fáciles de ver.
»Además, en el viaje hemos estado acompañados de personas que han hecho que esta actividad sea menos dura. Lo que más me ha afectado personalmente es hablar con estas personas inmigrantes, que nos contaran sus experiencias. Para mí, ahí es cuando te das cuenta de la realidad migratoria, y se resuelve la pregunta de por qué vienen aquí para estar mal: porque allí la mayoría está peor».