Durante la experiencia tuvimos la oportunidad de conocer los testimonios y vivencias de expertos en migraciones, misioneros y miembros de varias congregaciones involucradas en migraciones y en cooperación al desarrollo, ONG, etc. En esta sección podrás conocerlas a todas ellas.
A continuación, hacemos un breve elenco al que llamamos «personas que dejan huella», pues todas estas personas y encuentros han sido para el equipo que ha participado en la experiencia una fuente de luz e inspiración, dejándonos una huella para siempre.
En este encuentro (bajo el título de «Comprendiendo Almería: migración e invernaderos») que desarrollamos en los jardines de la casa de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús de Almería, donde nos alojamos, contamos con la presencia e intervenciones de:
Un extenso panel que nos sirvió como introducción y formación en directo, y con los expertos sobre inmigración en Almería, con una triple mirada que pasó de lo más particular a lo más general: la realidad del barrio de El Puche, Almería como ciudad y como provincia, hasta llegar a cuestiones y planteamientos más globales.
Antes de almorzar pudimos dar un paseo en grupos reducidos por el mercadillo dominical de «El Puche», un barrio marginal de Almería encajonado entre carreteras, el curso del río, vías del tren y un polígono industrial. Después, tuvimos una comida comunitaria compartida con los integrantes de la asociación y varios jóvenes voluntarios y colaboradores, migrantes o hijos de migrantes. Y con un sencillo ejercicio que realizamos en la sobremesa, pudimos ser conscientes de que, si nos analizamos bien, todos tenemos raíces y vínculos con la migración.
Con ellos trabajamos «La realidad de los menores tutelados» y nos encontramos en sus oficinas con seis de ellos provenientes de diversos países y con los que pudimos hacer un intercambio de preguntas espontáneas tras escuchar a su director, Juan Antonio Miralles –y ser saludados por su presidente Juanjo Castillo– y al senegalés El Hajib, un histórico miembro de la asociación.
La mañana de este día la dedicamos a conocer la «Atención a la Población Migrante» específicamente la que realizan las Mercedarias de la Caridad en el barrio de San Isidro de la localidad de Níjar, cercana a Almería y cuya población es en un gran porcentaje inmigrante. Pudimos compartir momentos en su escuela de alfabetización con las hermanas Encarnación Pérez y Orencia García.
Nos encontramos con la hermana Francisca García que nos explicó y mostró el «taller» de artesanía que les ayuda a integrar a inmigrantes y a que su proyecto sea sostenible y, por último, pudimos visitar el Centro de Alimentos y Ropa que facilita la ayuda esencial a la población, echar una mano a rellenar algunas cajas y bolsas de comida y productos esenciales y encontrarnos y compartir con la hermana Araceli Fuentes, responsable de todas estas instalaciones que ayudan y acogen a los inmigrantes donde lleva más de 20 años.
La tarde comenzó con un encuentro en el centro de atención a migrantes que «Almería Acoge» en el Paraje de Balsa Seca y allí, Rafa Sánchez y la abogada María del Mar Calderón nos dieron una introducción específica y muy completa a la realidad de los invernaderos, a la situación de los migrantes que llegan allí a trabajar y al asesoramiento y apoyo que se brinda desde su asociación. Entrar dentro de los invernaderos fue una experiencia inolvidable para todos y el calor en esas fechas del año, indescriptible, a unos 60 grados centígrados.
A continuación, nos dividimos en tres equipos de muy pocas personas para poder visitar con discreción tres «asentamientos» que es como se conoce a los poblados chabolistas que se han creado entre invernadero e invernadero. Las visitas se realizaron con la ayuda de:
Gracias a Marga Veiga, responsable de Inmigración de Cruz Roja en Almería, organizamos una jornada especial de formación centrada en «la llegada de migrantes» con Aurora Rodríguez (responsable zona Sur Proyecto Migrantes Desaparecidos) visionando, además, el breve vídeo «ATENCIÓN A PERSONAS MIGRANTES LLEGADAS A COSTAS».
Todos nuestros días en Nador tuvieron:
Un nombre como pieza esencial en el proyecto. Toda esta experiencia no podría haberse realizado sin la ayuda del padre Alvar Sánchez SJ, delegado diocesano de Cáritas y Acción Social en Tánger; y párroco de Santiago el Mayor (Nador) quien fuera invitado especial de campaña de Manos Unidas en 2022 y que además nos ayudó en toda la gestación, preparación, organización en numerosos detalles para poder hacer posible nuestra llegada al país vecino.
La mañana del miércoles tuvimos un encuentro con Rodrigue Dombou y Miriam con quienes nos acercamos a la realidad de «El sueño migratorio».
Nos encontramos online con Mateo Aventín para entender bien «el duelo migratorio».
La mañana se completó con un especialísimo sobre «las causas de la migración» en formato online con Helena Maleno, defensora de Derechos Humanos, periodista, escritora e investigadora hispanomarroquí. Especialista en migraciones y trata de seres humanos, doctora Honoris Causa por la UIB.
De la mano del padre José Luis Vázquez SJ visitamos los aledaños de la valla que separa Melilla y Nador, en una visita muy especial a la que llamamos «Una valla a la esperanza». Esa tarde se completó con la no menos especial subida al emblemático monte Gurugú. Él es también profesor en el Centro Baraka. La comunidad Jesuita fue para nosotros un lugar muy especial en el que los almuerzos, preparados por Náual estuvieron además acompañados por el padre Joaquín Fernández SJ, que nos alegró e inspiró con sus anécdotas de una vida dedicada a la misión.
«Atención al migrante a través de nuestros socios locales». La mañana de este día la dedicamos a recorrer y conocer mejor todos los detalles de estos dos proyectos esenciales en Nador y que están apoyados por Manos Unidas y que se encuentran en el entorno de la Parroquia de Santiago el Mayor de Nador:
Nos encontramos con su directora Safae Azou y visitamos las instalaciones de este centro de formación único en la zona, que ha ganado gran prestigio en la ciudad y en la que la población marroquí se forma con gran calidad mejorando así sus posibilidades de prosperidad en el presente y en el futuro a través de talleres de cocina, informática, clases de idiomas, talleres de mecánica, etc.
Nos encontramos con su director, Arthur Dao y visitamos las instalaciones de este dispositivo de atención a la población migrante en Marruecos, en su mayoría subsahariana. Se ofrece atención sanitaria, legal, de acogida y un hogar en el que las personas en movimiento pueden pasar algún tiempo y recobrar fuerzas para continuar su proceso migratorio. Apoyado por Manos Unidas cuenta con la ayuda intercongregacional de las Hijas de la Caridad y Compañía de Jesús.
Y en medio de ambos centros está también el taller de costura que lidera la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña o «Infantitas» con sor Auxilio Titos Fernández y la hermana Rosi, que en su día recibió el apoyo de Manos Unidas. Allí las jóvenes marroquíes se forman en costura, patronaje, bordado…, preparan sus ajuares preciosísimos y, en muchos casos, se labran un futuro profesional en el mundo de la costura.
El encuentro con la hermana Celina Pérez Romero en el Hogar de las «Infantitas», como normalmente se conoce a la Congregación de las Esclavas de la Inmaculada Niña, nos acercó a la temática de la «Migración y menores: chicas» que nos dejará sin duda una huella especial para siempre. Las historias que nos contaron, la situación en la que muchas de las niñas y preadolescentes que son acogidas en su hogar nos emocionaron profundamente.
Organización recién creada, pero que está liderada por la carismática Maite Echarte, mujer muy conocida en el ámbito de la inmigración, que lleva más de quince años echando una mano a las personas más olvidadas, y en muchos casos controvertidos, de las migrantes en Melilla: «los chicos de la calle», casi siempre muchachos. Con ella y otras compañeras de la organización pudimos vivir en directo la realidad de la «Migración y menores: chicos», y echar una mano en el reparto de la «cena» que cada noche ofrecen en los aledaños de la ciudad vieja.