Los actos de clausura tendrán lugar en marzo en la Sagrada Familia
Manos Unidas es una organización no gubernamental para el desarrollo que depende de la Iglesia católica. Nació en 1960 por la iniciativa de un grupo de mujeres de Acción Católica, cuando la FAO lanzó una campaña contra el hambre en el mundo, y está formada básicamente por voluntarios y voluntarias. Su finalidad es luchar contra el hambre y la pobreza en el mundo.
Mireia Rourera - En octubre se hizo en Montserrat el encuentro interdiocesano de Manos Unidas para celebrar el 60 aniversario de esta asociación católica. Cuatro obispos y el abad del monasterio benedictino acompañaron esta entidad solidaria, que trabaja, sobre todo, con voluntarios. En marzo se clausurarán en la Sagrada Familia los actos de este aniversario en Cataluña. Habrá un concierto en el que cantarán DeuDeVeu y el Cor Geriona. En Cataluña, Manos Unidas arraigó con fuerza desde su creación, en 1960, y hoy impulsan muchos proyectos de ayuda al desarrollo del Tercer Mundo. Joan Palahí es el delegado de Manos Unidas en Girona.
Manos Unidas nació en 1960 por la iniciativa de un grupo de mujeres de Acción Católica cuando la FAO lanzó una campaña contra el hambre en el mundo. Las fundadoras comenzaron con la idea de destinar la colecta de un domingo a las parroquias a colaborar con proyectos en países de África y la India. ¿Aún se hace?
Sí, cada año la colecta del segundo domingo de febrero es para Manos Unidas. Este dinero supone el 22% de los ingresos. El resto de dinero proviene, sobre todo, de los socios, de legados y donaciones, y el resto, de las administraciones que cooperan en varios proyectos. En 2018, en Cataluña, movimos unos cinco millones de euros.
¿A qué proyectos fueron destinados?
Le explicaré lo que hemos hecho desde Girona: en Benin llevamos adelante un proyecto de mejora de las condiciones educativas en una escuela de primaria que costó alrededor de 45.000 eurs; en Burkina Faso, un proyecto similar en una escuela de secundaria (47.000 euros); en la India, llevamos a cabo un proyecto de mejora de un internado femenino (31.000 euros); en Marruecos, en un pueblo que se llama Tessaou, hicimos un acceso sostenible para agua potable y hicimos tareas de saneamiento (49.000 euros), y en Madagascar, mejoramos las instalaciones educativas de una escuela de primaria (61.000 euros ). En el resto de Cataluña, los proyectos son muy similares a estos. Ah, y aquí en Girona, gracias a una donación particular, hicimos una escuela en Mozambique en una zona que había quedado destruida por un ciclón. Una sola persona nos dio casi 50.000 euros.
¿Cómo eligen los proyectos?
Nosotros siempre trabajamos a partir de entidades y asociaciones locales de estos países. Son estas entidades las que nos proponen algún proyecto para que lo financiemos de manera total o parcial. Nosotros lo valoramos y cuando decidimos poner dinero en un proyecto después hacemos un seguimiento, para asegurarnos de que se ha hecho bien. Tenemos delegados en estos países, pero lo que hay que saber es que los que trabajan en estos proyectos sobre el terreno siempre son gente local. Desde aquí, la tarea de los voluntarios es trabajar para conseguir dinero y dar a conocer Manos Unidas para que la gente colabore.
¿Y quiénes son los voluntarios?
Quien quiera puede colaborar con nosotros. Es verdad que entre los voluntarios hay mucha gente de Iglesia, porque Manos Unidas depende de la Iglesia, pero no es un requisito ni mucho menos. Tenemos muchos voluntarios ateos. Desde nuestra entidad velamos para que en estos lugares donde actuamos haya respeto por los derechos humanos, pero hay que dejar claro que no hacemos la competencia ni a Cáritas, que trabaja con los más necesitados en nuestra casa, ni al Domund, por ejemplo, que tiene la misión de evangelizar. ¡Nosotros no vamos a evangelizar a nadie! Nosotros no hacemos proselitismo. No nos dedicamos a esto; nosotros pasamos de la teoría a la práctica, a la acción.
¿Sus proyectos hacia dónde van encaminados?
Nos movemos en torno a siete ámbitos: uno, la educación (ya sea construir escuelas, preparar personal docente, etc.); dos, la alimentación y los medios de vida; tres, los derechos humanos y la sociedad civil; cuatro, la salud (construimos hospitales y centros de salud); cinco, los derechos de las mujeres (empoderan a las mujeres en sus derechos, ya que ellas son el pilar de sus familias y de la sociedad); seis, el acceso al agua y el saneamiento, y siete, hacemos proyectos de medio ambiente y cambio climático.
La entidad trabaja en torno a siete ejes: educación, alimentación, derechos humanos y sociedad civil, salud, derechos de las mujeres, agua y saneamiento, y medio ambiente y cambio climático
Puedes leer la entrevista aquí, en catalán, en su medio original: http://www.elpuntavui.cat/societat/article/5-societat/1722486-mans-unide...