La presidenta-delegada de Manos Unidas Lleida, Rosa Pla, hizo a finales de 2018 un viaje de formación a Ruanda para visitar los proyectos de Manos Unidas en ese país. Por su interés, reproducimos a continuación el texto con sus impresiones:
Las impresiones del viaje a Ruanda
Tuve la oportunidad de ir a ver algunos de los proyectos que Manos Unidas desarrolla en Ruanda. Con mucha ilusión, ya que es un país cuya historia reciente, el genocidio entre las dos etnias principales, los Hutus y los Tutsis, me llamaba mucho la atención.
El paisaje, la naturaleza exuberante, que es lo primero que ves y es muy bucólico, lo has visto tantas veces, en reportajes libros, películas... pero lo más importante de todo son las personas.
La mirada de los niños y niñas que a pesar de no tener nada, esta palabra utilizada literalmente, pues sólo tenían lo que llevaban. Su generosa acogida que a veces, incluso, te provocaba un sentimiento de vergüenza, una verdadera lección de compartir y de acoger, que aquí en "los países desarrollados" se ha perdido totalmente. Es el orgullo de estas pequeñas grandes y humanas personas..., ¿dónde nos lleva el dinero? ¿qué poder que ejercemos sobre estos pueblos?
Me ha impresionado la fuerza de los chicos y chicas adolescentes por su espíritu de esfuerzo, superación, responsabilidad con ganas de luchar por salir adelante... Tienen la oportunidad de formarse, gracias a las escuelas de formación profesional de los proyectos de Manos Unidas: confección, carpintería, albañilería, informática que los conducirá a un futuro más próspero.
Y uff... te hace sentir mal el mundo rural, aquellas casas que sólo tienen 4 paredes y una sola sala para 9 personas. Los niños juegan descalzos pero ellos no se pinchan los pies, es su hábitat natural, tampoco creo que se quejen porque se aburran, pues al salir de la escuela les toca ir a buscar agua, unas garrafas que pesan más que ellos. Se las ponen en la cabeza y o bien van a buscar leña al campo o al bosque para hacer la comida y no se quejan, es lo que toca, ¿qué se puede sentir en estos momentos? Un dolor de estómago, incomodidad y te lleva a pensar en nuestros niños sobreprotegidos, ¿qué hacemos...?, ¿y las madres ?, todo el día con los pequeños en la espalda haciendo sus tareas en el campo o bien a los pequeños huertos y cooperativas que Manos Unidas les brinda, luego cuando se sacan los niños de la espalda les hacen masajes en las piernas y brazos, ¡que sabías son!, saben que han de activar la circulación de la sangre, es lo que han visto hacer toda la vida.
Yo resumiría la experiencia como una gran lección de vida inolvidable dada por las personas de un gran pueblo que no se merece la vida que tiene.
Rosa Pla
Presidenta-Delegada
Manos Unidas Lleida