Noticias Manos Unidas - Continúa aumentando, hasta 1.000 millones, el número de hambrientos
NOTICIAS 30 de marzo 2009
A pesar de la caída de los precios
Continúa aumentando, hasta 1.000 millones, el número de hambrientos
La caída que han experimentado los precios del grano en los últimos meses podría llevar a pensar que el acceso a los alimentos ya no es una preocupación para miles de personas. Pero, lejos de ello, el número de hambrientos no cesa de aumentar, según informó el lunes Naciones Unidas en un comunicado.
Según Jacques Diouf, director general de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) "el nivel de precios sigue un 19 por ciento por encima de la media de 2006... Así que seguimos en un período de precios altos". Además estudios recientes de la FAO han mostrado que, aunque los precios han caído en los mercados internacionales, los precios al por menor en los países más desarrollados no lo han hecho.
Además, entre 2006 y 2008, los precios de los fertilizantes subieron un 170 por ciento y las semillas y alimentos animales en al menos un 70 por ciento, colocándolos fuera del alcance de los pequeños agricultores.
"Nos tememos que, si cualquier factor climático serio afecta a la producción de cereales, volveremos a los niveles de 2007”, aseguró el director general de la FAO.
Este organismo estima que más de 1.000 millones de personas de todo el mundo padecerán hambre en 2009 debido a los efectos combinados de la crisis económica mundial y los altos precios de los alimentos.
El primer y principal elemento para luchar contra el hambre es “la necesidad de invertir en producción agrícola. Esto requeriría 30.000 millones de dólares al año", señaló Diouf. La suma, suficiente para ayudar a 500 millones de pequeños agricultores, podría haberse considerado alta en el pasado pero resulta insignificante al lado de los billones de dólares que los gobiernos occidentales han inyectado en planes para estimular sus economías.
Además, Diouf señaló que los países donantes deberían garantizar que la financiación de la agricultura volviera a los niveles de finales de la década de los setenta y principios de los ochenta, cuando el 17 por ciento de la ayuda al desarrollo del exterior estaba destinada a la agricultura. Este hecho facilitó una "revolución verde" en Asia y Latinoamérica. Sin embargo, ahora la cuota de ayuda para la agricultura se ha hundido hasta alcanzar tan solo el 3 por ciento.
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