Celebramos el Día Internacional de la Paz 2020 junto a la juventud filipina.
Un año más y de la mano de ZABIDA, socio local de Manos Unidas en Filipinas, queremos acercarnos a la población de Mindanao con motivo de la celebración del Día Internacional de la Paz 2020.
En el marco del convenio de cooperación internacional que se lleva a cabo en Zamboanga y Basilan, ya pesar de las limitaciones a causa de la pandemia, en 2020 se mantiene la celebración de actividades con un fuerte e inspirador espíritu de convivencia y paz entre comunidades de diferentes etnias, culturas y religiones.
De entre todas las personas que participan en estas actividades, este año queremos mirar hacia los y las jóvenes de Mindanao que se han visto directamente afectados por las consecuencias de un conflicto que, con mayor o menor intensidad, todavía se deja sentir a pesar de los innegables avances en el proceso de paz. El conflicto que dura ya más de cuatro décadas y que enfrenta al gobierno filipino con grupos armados islamistas que reivindican la independencia de la región, hunde sus raíces en factores económicos y políticos y se ramifica en muy distintas violencias, desde atentados y enfrentamientos armados hasta episodios de bulling en las escuelas y tensiones entre vecinos a causa del origen o la historia personal y familiar de cada persona.
Para la juventud de Mindanao, afrontar el trauma de la violencia es una importante forma de trabajar para lograr un crecimiento personal y social que contribuya a la paz. En palabras de la doctora Grace Rebollos, presidenta de la alianza de organizaciones ZABIDA, «es crucial que chicos y chicas entiendan que la paz no es un premio, algo tangible, sino que el premio es convivir en ciudades y barrios sin violencia».
Este camino que recorre la juventud filipina no solo busca la desaparición de la violencia física, sino de aquellas manifestaciones de falta de confianza, de discriminación, de menosprecio en base a prejuicios. La juventud de Mindanao quiere vivir en paz, en comunidades donde las personas puedan realizarse como tales, sin opresiones, temores o rencores y en las que se promuevan las cualidades que cada quien posee para salir de la pobreza.
Con este ánimo se celebró este verano una nueva edición del Campamento de Jóvenes por la Paz. Este año las actividades y encuentros se realizaron online a causa de la pandemia, lo que cual no fue un obstáculo para jóvenes que utilizan las nuevas tecnologías como herramienta fundamental tanto a nivel educativo como social. El campamento contó con el apoyo de Manos Unidas y la AECID a través de su Convenio en Filipinas, que tiene entre sus principales objetivos la construcción de una cultura de paz que aborde la resolución de conflictos, así como la creación de espacios comunitarios de encuentro, diálogo y solidaridad en los que se impulse la participación de mujeres y jóvenes.
Esta es solo una de las actividades que Manos Unidas, AECID y ZABIDA promueven con el objetivo de que las nuevas generaciones crezcan en paz y generen espacios de convivencia interreligiosa para que algún día se pueda afirmar que la violencia en Mindanao desapareció y que el trauma quedó atrás.
