Noticias Manos Unidas - Derrota de los Tigres Tamiles
NOTICIAS 20 de mayo de 2009
El Gobierno de Sri Lanka anuncia la derrota de los Tigres Tamiles tras 26 años de guerra
El presidente del Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, aseguró el martes que los rebeldes tamiles del LTTE, “habían sido totalmente derrotados" por las tropas gubernamentales.
De hecho, fueron los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) los que anunciaron el pasado domingo el cese de los combates, lo que ponía fin a 26 años de guerra.
El LTTE nació, bajo otras siglas, como un grupo dispuesto a luchar por los derechos de la minoría Tamil, que habitaba el norte y este de Sri Lanka, después de que le Gobierno srilankés impusiera en la década de 1950 el cingalés como lengua oficial del Estado y concediera otras ventajas a la mayoría cingalesa.
Lo que comenzara con pequeñas escaramuzas, terminó siendo un conflicto armado en toda regla, que en algo más de un cuarto de siglo se ha saldado con la muerte de decenas de miles de personas.
En las últimas semanas, el conflicto se recrudeció y fueron miles los civiles tamiles que tuvieron que abandonar sus hogares para refugiarse de los bombardeos. Han sido numerosas las denuncias contra la violencia del ejército cingalés, que en su persecución a los Tigres Tamiles, no dudaba en llevarse por delante a todo aquél que le molestase. Desde el principio manos Unidas ha querido hacerse eco de estas denuncias http://www.manosunidas.org/denuncias/2009abril_conflicto_srilanka.htm y, ahora que el conflicto toca a su fin, no queremos dejar de publicar una crónica recibida recientemente en nuestras oficinas.
Esto es demasiado. ¿Por qué no ayuda el resto del mundo?
Traducción de la crónica de la conversación telefónica que, desde el periódico The Guardian, mantienen con Vany Kumar, una trabajadora del hospital de Mullaivaikal East en Sri Lanka.
“Esto es un desastre. Realmente no sabría cómo expresarlo. En estos momentos, esto es lo más parecido al infierno.
Vivimos la mayor parte del tiempo en los refugios. No hay suficientes equipos médicos, lo que dificulta grandemente atender a la gente. La comida también es un problema. Aquí no hay comida; no hay arroz ni verduras; simplemente comen lo que encuentran. Hay una escuela de primaria, de una sola habitación, que hace las veces de hospital. Hacemos lo que buenamente podemos.
Estaba trabajando en mi oficina cuando cayó el obús. Definitivamente era un obús, de eso no hay duda. Cayó a unos 20 metros, probablemente sobre el hospital. Me acerqué al refugio y los doctores me dijeron que había muertos y heridos. Los bombardeos eran constantes, por lo que no podíamos abandonar el refugio.
Para nosotros los bombardeos se han convertido en algo normal. Es como una rutina diaria. Hemos llegado al punto en el que la muerte ya no es un problema. (…) Es como si todos dijeran: “lo que tenga que pasar, que pase”. Esa es la mentalidad de la gente ahora.
(…)
Esto es demasiado. Los hijos pierden a los padres y los padres a los hijos. Es algo cotidiano.
El bombardeo viene seguro del lado del Gobierno. Y podemos asegurarlo porque el área en la que se mueve el Ejército de Liberación de los Tigres Tamiles es (LTTE en inglés) muy pequeña y por el sonido y la distancia, los disparos vienen de más lejos.
Realmente, a mi no me importan ni el Gobierno ni el LTTE, me preocupan los civiles, que realmente son los afectados.
El Gobierno y el LTTE, tienen que hacer algo. Si no lo hacen, no puedo ni imaginar qué sucederá después. Ambas partes deben llegar a un alto el fuego. Además, creo que la comunidad internacional debería intervenir en el país y en el conflicto y velar por los civiles, porque son ellos los que se preguntan por qué la comunidad internacional no está haciendo nada…”
Manos Unidas lleva más de dos décadas apoyando de forma continuada a la población de Sri Lanka afectada por este conflicto. Y, como siempre, no va a desatender a las peticiones de colaboración que nos llegan desde el país asiático.
Esperamos que este sea el fin definitivo de un conflicto que ha durado ya demasiado tiempo y que, entre todos, podamos aprender a cerrar unas heridas que nunca debieron abrirse.
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