Elecciones en Zimbabue: el país de la generación perdida

El pasado miércoles se celebraron elecciones presidenciales en Zimbabue. Robert Mugabe, tras 33 años en el poder, no ha tenido rival. Según todos los medios, el veterano político ha ganado los comicios con el 61% de los votos, entre acusaciones de fraude. La sensación de fracaso se extiende por una nación en la que todavía se aprecian los altos niveles de educación y formación, vestigio de épocas mejores.

El pasado miércoles se celebraron elecciones presidenciales en Zimbabue. Robert Mugabe, tras 33 años en el poder, no ha tenido rival. La sombra del fraude electoral planea sobre el país africano, antaño próspero y hoy sumido en la miseria. Manos Unidas esboza, en RNE, un retrato del país de la "generación perdida". La sensación de fracaso se extiende por una nación en la que todavía se aprecian los altos niveles de educación y formación, vestigio de épocas mejores.        

Tsvangirai, líder de la oposición ha pedido una "auditoría forense" de un proceso electoral "fraudulento" y ha rechazado una votación a la que califica de "farsa". Además, ha pedido que se analice desde el censo de electores hasta las papeletas que se imprimieron para las votaciones.

Según los resultados oficiales de la Comisión Electoral, Mugabe ha logrado cerca de dos millones de votos frente al millón conseguido por su oponente, el primero ministro del Gobierno de unidad Nacional, Morgan Tsvangirai.

Beatriz Hernáez, coordinadora de proyectos de Manos Unidas en Zimbabue, conocedora de un país que hasta los años 90 supo, como pocos en África, lo que eran la bonanza económica y el desarrollo, relata cómo, desde hace aproximadamente quince años, esa bonanza se ha tornado en pobreza, falta de oportunidades y enfermedad.

El 80 por ciento de la población está ahora en paro. La inflación llegó a tales niveles que se hizo absolutamente insostenible y el sida afecta al 25 por ciento de la población. "No hay ni una sola familia que no tenga un miembro afectado por el sida", señala Hernáez. Eso conlleva, además, que el número de huérfanos por la enfermedad sea elevadísimo. Todo ello, y los largos años en el poder, han llevado a Mugabe a endurecer su política hasta convertirse un dictador de casi 90 años, con mano de hierro.    

Manos Unidas es una de las pocas ONG españolas que trabajan en la antigua Rhodesia, apoyando proyectos en prácticamente todo los sectores: agricultura, sanidad, agua, asistencia a huérfanos y seguridad alimentaria. La mayoría de ellos en el norte, donde la situación económica es más precaria. 

Escucha la entrevista completa y el resto del especial que RNE dedicó a Zimbabwe.

Además, en los enlaces adjuntos puedes informarte más en profundidad sobre el país de África Austral. 

       

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