Hace unos días, la delegación de Manos Unidas de Santander se vistió de fiesta. Dª Valeria, la voluntaria más longeva, cumplía nada más y nada menos que 90 años, y eso siempre hay que celebrarlo. Sus compañeros “de los martes” de la capital cántabra se reunieron para rendirle el homenaje que merece.
Dª Valeria siempre ha sido amiga de Manos Unidas, pero no fue hasta quedar viuda hace nueve años que decidió implicarse más con la causa de los más pobres y ofrecerse, ya octogenaria, como voluntaria. Y lo hizo por sus “pensamientos cristianos” y porque tenía que hacer algo por los demás.
Juan Luis Alonso, presidente-delegado de Santander confirma que “desde aquel momento se sintió muy acogida y muy arropada por todas las voluntarias y voluntarios de nuestra gran familia. Ella quiere ser útil a los demás y está muy contenta con su decisión”.
Dª Valeria mantiene una envidiable agilidad en las manos, lo que le permite hacer bonitas “cosillas” en ganchillo, que luego se ofrecen con éxito en los mercadillos que organiza la delegación. Además, los martes le toca “hacer guardia” en la sede, donde lleva a cabo “los trabajos necesarios” como atender al público, el teléfono, donativos, etc.
Por eso, sus compañeros la homenajean “por sus méritos, su entusiasmo y dedicación al voluntariado de Manos Unidas de tantos años, con el cariño y afecto de todos los miembros y voluntarios de la Delegación de Santander”-
¡Felices 90 Dª Valeria!