En India, las vulnerabilidades y desigualdades sociales pueden estallar junto con la pandemia.

Hna. María Goretti
Hna. Maria Goretti
Directora del hospital San Ignacio, en Karnataka.(India)

Desde 2012 y hasta la fecha, la hermana María Goretti ocupa el cargo de directora del hospital San Ignacio, que se localiza en la ciudad de Honavar en el estado indio de Karnataka. Hemos hablado con ella con motivo de la segunda ola de coronavirus, que ha desbordado el ya de por sí precario sistema sanitario de India. 

¿Podría describir la situación actual en India?

La pandemia de coronavirus ha sumido a la nación en la desesperanza y la desesperación. Las cifras de afectados continúan aumentando y el recuento diario de los contagiados y muertos va acompañado por imágenes de sufrimiento, de lucha desesperada por las camas de hospital, de la urgente necesidad de oxígeno, de la cremación masiva sin rituales, sin luto público y sin respeto por los muertos, lo que destroza el alma de innumerables personas en duelo. Además del sufrimiento económico de una sociedad ya hambrienta, como nación, miramos con impotencia y consideramos que la pandemia es un verdadero desafío; un reto con un coste humano devastador. El año pasado la experiencia fue diferente, ahora estamos ante una ola nacional… El coronavirus está en todas partes.

Coronavirus India. Atención a poblaciones rurales. Foto: St. Ignatius Centre

¿Cuáles son los grupos sociales más afectados?

El confinamiento ha hecho más evidentes las desventajas a las que ya se enfrentaban, entre otros, los colectivos de trabajadores migrantes y las personas sin casa en las ciudades.

La COVID-19, una "pandemia única en un siglo", ha puesto de relieve a los sectores invisibles de la sociedad india: la comunidad de migrantes, las personas sin hogar urbanas, los residentes de asentamientos informales, los trabajadores que se ocupan de los desechos biomédicos… También los “sin tierra” y los trabajadores agrícolas se encuentran, entre estos grupos de afectados. El encierro se ha sumado a las desventajas preexistentes y ha puesto de relieve las desigualdades, la discriminación y las ansiedades.

A pesar de los esfuerzos del gobierno, dado lo incierto de las actuales circunstancias, es inevitable que, en un país diverso como India, las vulnerabilidades y desigualdades sociales estén destinadas a estallar junto con la pandemia.

¿Distingue la COVID-19 entre ricos y pobres?

Las élites, la población más rica, no canceló sus fiestas ni sus viajes. Los que viajaban al extranjero se traían el virus a casa. Realmente creo que la entrada del coronavirus al país tuvo mucho que ver con esto: los ricos trajeron el coronavirus a India y lo transmitieron a los pobres y a la clase trabajadora. Hasta ahora, en gran medida, eran las personas de clase acomodada que viajaban, o los que habían viajado al extranjero lo que sufrían más contagios.

Las personas más ricas de India pueden hacer mucho por los más vulnerables, entre ellas, no hacer que caigan con ellos, cuando luego no van a hacer ningún esfuerzo para ayudarles a levantarse.

Coronavirus India. Atención a poblaciones rurales. Foto: St. Ignatius Centre

¿Qué puede pasar cuando la Covid-19 se extienda a las zonas rurales?

Según se han ido recibiendo informes de registros de infecciones y muertes diarias, hemos ido viendo como la devastadora segunda ola de COVID-19 alcanzaba su punto máximo en India. Además, el virus se está propagando de las ciudades a las aldeas, que están mal equipadas para hacer frente a esa circunstancia.

En la zona rural de India vive el 70% de los más de 1.300 millones de habitantes que tiene el país. Aunque, por ahora la capital, Nueva Delhi, y varias otras ciudades grandes han sido las más afectadas, las graves limitaciones en la atención médica pública -incluida la escasez de instalaciones-, hacen patente la gravedad de la amenaza si el virus llega a las aldeas. Un ejemplo de esto es la ciudad de Susner, en el estado de Madhya Pradesh, donde los pacientes reciben tratamiento al aire libre, bajo los árboles, tumbados en mantas en el suelo.

En las mega ciudades indias, cuando la pandemia se manifestó la primera vez, hubo importantes campañas públicas de concienciación, que pusieron a la población en alerta. Pero la India Rural se resiste frente a los esfuerzos del gobierno para contener el virus.

En muchas aldeas, nadie lleva máscaras. No hay distanciamiento social. La gente se niega a hacerse la prueba y esconde a sus enfermos. Muchas personas se comportan como si no hubiera coronavirus. Incluso muchos agentes de policía que han sido autorizados a hacer cumplir las reglas de la pandemia no llevan máscaras.

Coronavirus India. Atención sanitaria. Foto: St. Ignatius Centre

 

¿Qué podemos hacer desde España?

La segunda ola de coronavirus está siendo demoledora para India. El Estado de Karnataka, en el que está nuestro hospital, tiene el índice más alto de contagios y esto un indicador claro de cómo se está moviendo la pandemia desde los grandes centros urbanos a las regiones rurales. Los próximos meses son un desafío y una gran preocupación. Necesitamos poner en marcha acciones que nos permitan hacer frente a esas emergencias y sus posteriores efectos sobre la población rural de aldeas remotas.   

Necesitamos de manera urgente, camas de UCI, respiradores y medicamentos esenciales.  

Que Dios Os bendiga. Rezamos por vosotros.

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