Manos Unidas celebra la VIII Jornada Mundial de los Pobres

Una respuesta de solidaridad y esperanza en la oración del pobre.

Manos Unidas celebra la VIII Jornada Mundial de los Pobres. Fotografía: Manos Unidas

Este 17 de noviembre, celebramos la VIII Jornada Mundial de los Pobres poniendo el foco en el mensaje del Papa Francisco que nos invita a escuchar y acompañar el clamor de los más necesitados. En Manos Unidas, llevamos 65 años trabajando junto a comunidades vulnerables en el sur global para combatir la pobreza y todas sus causas.  

Manos Unidas: 65 años de solidaridad con los más vulnerables 

Desde hace 65 años, Manos Unidas trabaja en los países del sur para erradicar el hambre, la pobreza y la desigualdad, uniendo fuerzas con comunidades que, a pesar de su extrema vulnerabilidad, luchan cada día por construir un futuro mejor. Esta misión, inspirada en la caridad cristiana y la justicia social, sigue comprometida en ofrecer oportunidades y dignidad a las personas más afectadas por la pobreza y la marginación. La Jornada Mundial de los Pobres representa un momento especial para renovar nuestro compromiso con quienes están en el centro de nuestra misión: los más necesitados y vulnerables. 

"Necesitamos hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos. Es una acción, dice el Papa, que necesitamos alimentar porque la peor discrimación que sufre el pobre hoy día es su falta de atención espiritual (...) desde Manos Unidas hacemos nuestro este deseo del papa, de escuchar el clamor del pobre, de rezar a su lado y socorrerlo  promoviendo su desarrollo integral, humano y espiritual".

D. Carlos González Paniagua, viceconsiliario de Manos Unidas.

 

 

La esperanza en medio de la injusticia 

En una sociedad que a menudo valora más la riqueza que la dignidad humana, los pobres nos enseñan la importancia de lo esencial, remando contracorriente y recordándonos que la verdadera felicidad no se logra a costa de pisotear los derechos de los demás. En esta jornada, escuchamos las palabras del Papa Francisco sobre el gran testimonio de los pobres: su fortaleza y dignidad, que nos enseñan que lo que realmente importa en la vida no es lo material. 

En camino hacia el Año Santo, esta jornada también nos llama a rezar por la paz y a comprometernos con ella día a día. En un tiempo marcado por la violencia y el conflicto, el Papa Francisco subraya que "somos pobres de paz", y nos insta a elevar nuestras manos para recibir este don y trabajar en restaurarlo en nuestro entorno. Desde Manos Unidas, sabemos que esta paz es esencial para construir un mundo más justo y libre de desigualdades, por eso trabajamos incansablemente por los que menos tienen y más necesitan.

En esta Jornada Mundial de los Pobres, invitamos a todos a sumarse a nuestra misión, viviendo con amor y justicia el llamado de Dios a estar cerca de aquellos que más lo necesitan. Que la oración del pobre, que sube hasta Dios, encuentre en cada uno de nosotros una respuesta concreta de solidaridad y esperanza.

Niños afectados por la pobreza. Fotografía: María José Pérez.
Niños afectados por la pobreza. Fotografía: María José Pérez.

 

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