Manos Unidas está participando, junto a varias organizaciones de la sociedad civil española, y a través de la representación de la Coordinadora Estatal de ONGD de España, en la "Consulta de Alto nivel sobre Hambre, Seguridad Alimentaria y Nutrición”. La reunión, que se está celebrando en Madrid, forma parte de las diferentes consultas que se están llevando a cabo en el arco de la construcción de la nueva agenda de desarrollo post 2015 que dará continuidad a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Porque, el hecho de que 868 millones de personas sufran desnutrición no es fruto del azar, sino que se debe a c ausas políticas y económicas concretas que hacen que, a dos años de del plazo marcado para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, no podamos hablar de grandes éxitos en la reducción del hambre y la pobreza.
La Coordinadora de ONG de Desarrollo de España afirma en un comunicado de prensa suscrito por Manos Unidas, que la participación en esta servirá para exigir que la erradicación del hambre sea una prioridad política y que la alimentación sea entienda como un derecho humano.
Los retos alimentarios del S.XXI
Hablar del hambre en el S.XXI, señala la nota de la CONGDE, supone hablar de múltiples factores que determinan cómo se distribuyen y se garantizan los alimentos a nivel internacional. En este sentido, una de las cuestiones más preocupantes que denunciamos es el acaparamiento de tierras, una seria amenaza para la agricultura campesina y la seguridad alimentaria en millones de personas en el mundo.
La Unión Europea ha expropiado 5 millones de hectáreas de África para dedicarlas al cultivo de agrocombustibles (caña de azúcar, arroz, maíz y jatrofa) con consecuencias muy preocupantes para la población local: expulsión de sus tierras, destrucción de la agricultura tradicional, escasez y encarecimiento de alimentos, incremento de hambrunas, destrucción del medio ambiente y deforestación, etc
Otro reto urgente es acabar con la creciente especulación alimentaria en los mercados en la que intervienen entidades financieras internacionales y los grandes poderes del agronegocio -en bolsas como la de Chicago o Londres se negocian contratos sobre la producción futura de alimentos lo que genera una enorme subida en los precios.
Los recursos naturales más básicos se han convertido también en objeto de comercialización por parte de multinacionales que los explotan para su beneficio económico. Garantizar el acceso equitativo a recursos como la tierra, el agua y la biodiversidad es esencial para asegurar que avanzamos hacia la erradicación del hambre.
Manos Unidas, que lleva desde 1960 haciendo de la lucha contra el hambre su principal objetivo, no cejará en su empaño de terminar con las fronteras del hambre hasta que, en este mundo sobrado de recursos, el derecho a la alimentación sea una realidad para todos los seres humanos.