Mujer, indígena y mexicana, un coctel que reúne todos los ingredientes para resultar, en muchas ocasiones, casi letal. En un país que discrimina y margina a la población indígena, las mujeres vuelven a ser las más vulnerables. Las excluidas entre los excluidos, esas son las mujeres indígenas en México.
Mujer, indígena y mexicana, un coctel que reúne todos los ingredientes para resultar, en muchas ocasiones, casi letal. En un país que discrimina y margina a la población indígena, las mujeres vuelven a ser las más vulnerables. Las excluidas entre los excluidos, esas son las mujeres indígenas en México.
Nuestra compañera Concha Sáez, que viajó recientemente el país centroamericano para para visitar proyectos que apoya allí Manos Unidas, ha podido conocer en primera persona cómo los indígenas se ven sistemáticamante marginados, discriminados y olvidados. "Y en medio de esa discriminación, nos cuenta en nuestro último boletín impreso, la mujer vuelve a ser una de las partes más vulnerables del sistema".
Las mujeres indígenas presentan un mayor porcentaje de pobreza, de analfabetismo, de muerte materna, de enfermedades de transmisión sexual, de violencia, de exclusión y de racismo.
También José Avilés, jesuita mexicano que nos visitó el pasado mes de febrero con motivo de la presentación de la campaña "No hay justicia sin igualdad", nos recordaba con pesar la situación de las mujeres en su país. "La mujer es siempre la que sale peor parada”, nos decía. Y nos lo argumentaba con cifras. De cada seis hijos que tienen las mujeres pobres mexicanas, cuatro terminan por irse a otros países. Y no solo eso, en Chiapas de cada 1.000 mujeres que estudian sólo una va a la Universidad. Entonces, impulsadas muchas por la idea de llegar a EEUU, terminan metiéndose en un mundo de prostitución, buscando recursos con los que pagar sus deudas. Y nunca llegan a cumplir su sueño, ni se liberan de esas cargas económicas que adquirieron.
Además, la situación de desamparo y desgobierno ha permitido que, desde hace por lo menos tres décadas, exista la a venta de niños y niñas en Chiapas. A estos pequeños los tienen “bien cuidados”, así son más útiles para sacrificarlos si se necesita un órgano, y las niñas más atractivas para dedicarlas a la prostitución.
Manos Unidas, conocedora de esta realidad, viene apoyando proyectos de desarrollo integral para cambiar y mejorar la vida de los sectores más desprotegidos de la población mexicana: los pueblos indígenas.
Y, entre ellos, como siempre, contamos con las mujeres, "comprometidas con el desarrollo de su pueblo y de su país", asegura Concha Sáez.