En la Amazonía peruana, Manos Unidas apoya la elaboración de materiales educativos bilingües para que el alumnado índigena de Chiriaco conozca los derechos colectivos de los pueblos originarios.
Hace pocos días tuvo lugar una actividad en la que niños y niñas de Nazareth, comunidad awajún de Amazonas (Perú), participaron en la elaboración y validación de los materiales educativos que se están realizando gracias a un proyecto apoyado por Manos Unidas en Chiriaco, una zona afectada por un grave derrame petrolero en 2016.
Entre las actividades propuestas, los niños pintaron su territorio en grandes papelotes. Con pinturas de colores hicieron brotar ríos y bosques, el cielo, la montaña, el sol y los animales de la selva. De esta forma, plasmaron los elementos que componen su territorio y compartieron sus conocimientos y experiencias. Según Carolina Escalante, facilitadora del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), socio local de Manos Unidas en la Amazonía peruana, «los aportes de los niños resultan muy enriquecedores en este proceso de elaboración de unos materiales que serán para ellos, para que en las escuelas trabajen estos temas centrales de su identidad cultural».
Uno de los objetivos es fortalecer la participación de niños y niñas en la defensa de sus derechos colectivos frente a las amenazas e impactos socio-ambientales de las industrias extractivas y los megaproyectos. Precisamente en Chiriaco, la zona donde se ubica la comunidad en la que viven, tuvo lugar a inicios de 2016 un derrame petrolero en el oleoducto norperuano que opera la estatal Petroperú que causó la devastación de ecosistemas y la intoxicación de personas adultas y menores de edad.
Los alumnos son de 4°, 5° y 6° de Primaria y, según Escalante, «saben más de los derechos individuales que trabajan en la escuela» pero es necesario que conozcan mejor los derechos colectivos de los pueblos indígenas, «como el derecho al territorio y la libre determinación».
El material educativo se está preparando en formato bilingüe español/awajún, por lo que los niños y niñas también se implican con interés en la correcta traducción de los textos. Son grandes conocedores de su lengua materna pero, al mismo tiempo, tienen también un buen manejo del español. «Una buena noticia es que se sienten muy orgullosos de su lengua y de su pueblo -afirma Escalante-; es notable que le dan un gran valor a su cultura siempre teniendo como elemento principal el idioma».
Una vez concluido el proceso, los materiales serán compartidos con el profesorado para su correcta utilización dentro del aula y, posteriormente, llegará a las instituciones educativas de la zona de Chiriaco.
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