Hace apenas unas horas que “Laudato si (Alabado Seas), sobre el cuidado de la casa común” ha sido presentada en rueda de prensa en Ciudad del Vaticano. En Manos Unidas hemos recibido con entusiasmo la nueva encíclica del papa Francisco, porque impulsa y anima nuestro análisis sobre la realidad social que vivimos en la actualidad.
En Manos Unidas hemos recibido con entusiasmo la nueva encíclica del papa Francisco, "Laudato Si (Alabado Seas), sobre el cuidado de la casa común", porque impulsa y anima nuestro análisis sobre la realidad social que vivimos en la actualidad. La encíclica, y en general todo el Magisterio Social de la Iglesia, nos ayuda a analizar, a juzgar, a denunciar y a proponer acciones concretas para que todas las personas, preferentemente las más pobres, puedan vivir dignamente.
Vídeo de la presentación en el Vaticano (2 horas)
Además, el tema de la ecología que el Papa trata en esta encíclica, es un asunto de reflexión para nuestra organización, y para otras redes de cooperación de las que formamos parte (REDES, Alianza por el Clima, CIDSE). Entre todos los temas que tienen que ver con una ecología integral, la degradación del medio ambiente es un problema del que, sobre todo, somos responsables los países más industrializados, y cuyas consecuencias impiden un mayor avance en la lucha contra el hambre.
Basándonos en nuestra historia y en nuestra misión, estamos llamados por el Papa Francisco a poner a los más pobres en el centro, los cuales no son responsables de las terribles consecuencias de la degradación de la naturaleza y que tienen menos recursos para reaccionar. El Papa nos invita a revalorizar los principios de la centralidad de la persona y del bien común, a romper el individualismo que excluye a los más vulnerables, a descubrir en todo lo creado la bondad y belleza de Dios, para, con todo ello, construir un ambiente humano y natural que permita el desarrollo digno de todos.
La encíclica fue presentada este mediodía en una rueda de prensa en la Ciudad del Vaticano, convocada por el Pontificio Consejo Justicia y Paz. En ella participaron el cardenal Peter Turkson, Presidente de Justicia y Paz; el Metropolitano de Pérgamo John Zizioulas, en representación del Patriarcado Ecuménico y de la Iglesia Ortodoxa; el profesor John Schellnhuber, fundador y director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático; Carolyn Woo, presidenta de Catholic Relief Services y Decana del Mendoza College of Business, de la Universidad de Notre Dame (EE.UU); y Valeria Martano, profesora en uno de los suburbios romanos.
El cardenal Turkson subrayó la absoluta novedad del documento, probablemente el más esperado por el gran público a nivel mundial en la historia de la Iglesia. “El Papa Francisco reconoce que en el mundo hay una creciente conciencia ambiental y la preocupación por el daño que está sufriendo. Sobre la base de este hallazgo, el Papa mantiene una mirada de esperanza confiada en la posibilidad de revertir el curso”, dijo el cardenal.
"Cuando hablamos de" medio ambiente " también nos referimos a una relación particular: la que existe entre la naturaleza y la sociedad que la habita. Esto nos impide considerar la naturaleza como algo separado de nosotros o como un simple marco de nuestras vidas. Somos parte de ella. (…) Por eso, tal y como remarcó el cardenal, es esencial buscar soluciones integrales que consideren la interacción de los sistemas naturales con los sistemas sociales. No hay dos crisis por separado, una ambiental y otra social, sino una única y compleja crisis socio-ambiental. Y la solución requiere un enfoque integral: combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y, al mismo tiempo, cuidar de la naturaleza".
El profesor Schellnhuber, por su parte, hizo hincapié, durante su intervención, en la importancia de la encíclica, como “un documento pontificio enteramente único porque pone dos voces potentes en el mundo, de un lado la fe y de otro la ciencia”. “Todo lo que está en la encíclica está de acuerdo con las pruebas científicas”, aseguró Schellnhuber. Además, remarcó la relación entre la producción de carbono y el aumento de la riqueza: mientras que los países ricos consumen y contaminan, los países pobres contaminan poco".
Carolyn Woo, presidenta de Catholic Relief Services, habló desde la perspectiva de la “ecología económica” y subrayó cómo la encíclica recoge la capacidad que tienen las empresas como fuerza para el bien, cuyas acciones pueden servir para mitigar los efectos catastróficos del cambio climático, impulsados por la acción del hombre. El Papa Francisco exige una economía que favorezca “la diversidad productiva y la creatividad empresarial". Woo destacó cómo la encíclica menciona, específicamente, el importante papel desempeñado por las pequeñas empresas, la importancia de la diversificación de la producción, la necesidad de frenar aquellos elementos que restringen la libertad económica. Así que, afirmó Woo, “hay un papel positivo para los negocios, pero deben poner en primer lugar el bien común”.
Desde Manos Unidas queremos analizar el texto de "Laudato Si" en su totalidad. Por esa razón, será mañana cuando emitiremos una valoración más extensa.
Mientras tanto, para completar el trabajo de profundización en torno a este texto, invitamos a la lectura del mismo y de los tres documentos que hemos publicado hoy en el especial de nuestra web: unas breves cuestiones acerca de lo que es una encíclica, preguntas y respuestas que responden a “¿Por qué el Papa habla de ecología?” y una cronología de pronunciamientos pontificios sobre ecología y medioambiente.