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Noticias Manos Unidas - Voces de Filipinas y Bolivia. Si, otro mundo es posible
NOTICIAS 8 de noviembre de 2010
En la sede de Casa Asia
Manos Unidas y AECID juntas en el acto: Sí, otro mundo es posible. Voces de Filipinas y Bolivia
El jueves 4 de noviembre, tuvo lugar en la sede de Casa Asia de Madrid el acto Sí, otro mundo es posible. Voces de Filipinas y Bolivia, en el que participaron algunos de los responsables de los programas que Manos Unidas lleva a cabo, con apoyo de la AECID, en el Sur de Filipinas y en zonas rurales en Bolivia. Se trata de proyectos educativos, sanitarios, agrícolas, sociales y de promoción de la mujer impulsados por los actores locales que luchan para erradicar el hambre y la pobreza y mejorar las condiciones de vida de sus comunidades.
Teresa Gutiérrez, directora de Programas de Casa Asia-Madrid, anfitriona del evento, destacó en sus palabras de bienvenida la importancia de estos dos países en el ámbito de cooperación internacional y alabó la forma de trabajar con ellos que ha tenido, a lo largo de su historia, Manos Unidas.
La Vicepresidenta de Manos Unidas, Soledad Suárez, dedicó una afectuosas palabras a todos los que habían venido trabajando en estos últimos cuatro años para hacer de estos convenios una exitosa realidad, y puso de manifiesto la importancia de la Educación para el Desarrollo, una de las dos líneas de trabajo de la organización: “es muy difícil sensibilizar, aunque España es muy generosa. Pero todos sabemos que tenemos algo de culpa en la situación actual del mundo, y que tenemos que cambiar”. “los invitados de esta tarde –prosiguió- son testigos de los problemas y protagonistas de las soluciones, y con ellos os pedimos que, aunque hablar de pobreza es siempre aburrido, y no es divertido hablar de injusticias, no dejéis de hacerlo nunca con aquellos que tenéis más cerca”.
Por su parte, Ignacio Ussía, coordinador del departamento de Cofinanciación de Manos Unidas, explicó a los asistentes el nuevo sistema de trabajo puesto en marcha entre AECID y las ONG españolas (Convenios), un modelo basado en la confianza mutua, porque “se maneja un dinero público, dinero que la sociedad española pone en nuestras manos para conseguir alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, dijo.
El misionero claretiano de Valladolid, Ángel Calvo, que lleva 30 años trabajando en Filipinas, fue el primero de los ponentes en hablar de la situación del inmenso archipiélago asiático. “Hace cuatro años vinimos a España a presentar ilusiones; hoy volvemos y nos vamos con las maletas llenas de satisfacción por el trabajo realizado en nuestras comunidades”. El símbolo del tejido, elegido para el Convenio, es el símbolo de la cohesión social, la unión de todos los elementos que conforman el tejido social necesario para una vida digna, explicó el Padre Calvo, quien manifestó cómo, gracias a este trabajo, “se ha creado una nueva imagen de la presencia de España en las islas. Pero para nosotros, la misión no está acabada, porque debe seguir creciendo y floreciendo”, concluyó.
También compartió su testimonio con los presentes el sacerdote filipino Jovic Lobrigo, presidente del Bicol Consortium for Development Initiatives (BCDI), una coalición de organizaciones de desarrollo social que operan en la región central de Filipinas al Sur de Manila. “Es un privilegio pertenecer a esta nueva estrategia de trabajo, aunque también una gran responsabilidad. Pero nos ha enseñado que podemos hacer más con menos si trabajamos juntos”.
· Testimonios de Bolivia
Los invitados llegados desde Potosí (Bolivia) acercaron la realidad de las comunidades indígenas, campesinas y de los barrios urbanos marginales de esa castigada tierra. Luchan contra la pobreza y la injusticia en un nuevo marco de esperanza: la Bolivia indigenista de Evo Morales. Iván Ramiro Arancibia, director del Instituto Politécnico Tomás Katari (IPTK) y Jhobana Erika Loayza, directora de Apoyo a los Pueblos originarios y Marcas de Qullasuyo Q'Ara Q'Ara (APOMAQ QQ), hablaron de los procesos de desarrollo local que ponen especial énfasis en el enfoque intercultural y de respeto a su pensamiento, valores, cultura y costumbres.
“Nuestro trabajo allí ha supuesto un reto muy difícil porque son zonas muy pobres y de altura -explicó Arancibia-, donde nunca llega nadie; pero por eso mismo ha sido muy satisfactorio”.
En el acto, en el que se proyectaron dos videos con la vida y el trabajo en las zonas de incidencia de los Convenios, fue cerrado por Ignacio Ussía, quien destacó para finalizar los estrechos lazos de unión forjados entre España, Filipinas y Bolivia, y el deseo de continuar haciendo un mundo mejor en el futuro, algo que, como han demostrado estos Convenios, “sí es posible”.
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