La biodiversidad está en peligro. Los cambios en las temperaturas no solo afectan a la especie humana, sino también a la rica biodiversidad del planeta. La pérdida de hábitat está aumentando vertiginosamente, lo que provoca que numerosas especies se encuentren en peligro de extinción.
La biodiversidad del planeta está en juego. El cambio climático se considera una de las cinco presiones principales que impulsan la pérdida de la biodiversidad en el mundo, junto con la pérdida de hábitat, la sobreexplotación, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
Debido al cambio climático, se prevén múltiples efectos sobre la diversidad biológica que agravarán sus problemas de conservación, por lo que las medidas o acciones dirigidas a conservar y usar de modo sostenible la biodiversidad deben tener en cuenta las necesidades de adaptación al cambio climático.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza WWF, entre los ecosistemas más afectados destacan:
-Arrecifes de coral. Con el aumento de temperatura del mar y acidificación del agua los arrecifes sufren un fenómeno llamado "blanqueamiento" en el que se rompe la relación simbiótica con las algas que les permiten tener alta productividad y mantener numerosas especies.
-Bosques de niebla. Se ubican en un rango altitudinal muy específico, pues requieren la humedad contenida en la niebla. Con el aumento de temperatura, la niebla se sitúa en lugares más altos y las especies del bosque no reciben la humedad suficiente para su desarrollo.
-Humedales costeros. El aumento del nivel del mar y unas "mareas de tormenta" más intensas implican mayor erosión y pérdida de hábitat para los humedales costeros, los cuales necesitarán espacio para migrar tierra adentro.
-Selvas secas. El incremento de temperatura amenaza seriamente a las selvas secas por la mayor propensión a sufrir incendios forestales y por limitar su rango de distribución.
Cambios que afectan la distribución y propagación de especies:
-Fenología. Los ciclos de un gran número de especies están ligados a patrones atmosféricos. Por ejemplo, los tiempos de floración, reproducción y migración se relacionan con las estaciones del año. Si el ciclo de una especie es afectado por el cambio climático también hay repercusiones en toda la red alimenticia que depende de esa especie.
-Especies invasoras. Los cambios en temperatura, precipitación y fenología pueden dar ventajas competitivas a especies exóticas e invasoras. Por ejemplo, en los últimos 20 años se han observado las invasiones más intensas jamás registradas del escarabajo descortezador, el cual ha afectado millones de hectáreas de bosque desde Alaska hasta California.
No olvidemos que los bosques tropicales y subtropicales juegan un rol central frente al cambio climático porque tienen la capacidad de capturar parte de los gases emitidos a la atmósfera, lo que provoca el calentamiento global.
Asimismo, deben considerarse y potenciarse las políticas de conservación de la biodiversidad y las de mitigación y adaptación al cambio climático, pilares fundamentales en los que se basa la lucha global contra el cambio climático.
Cuando estos bosques son destruidos y degradados, a causa de la deforestación, la ganadería, la implantación de represas hidroeléctricas, la construcción de carreteras o por la producción de biocombustibles tales como la soja, el aceite de palma o la caña de azúcar, no solo se destruye el hogar de las comunidades indígenas que allí habitan provocando una destrucción a nivel cultural y social, sino que se deja de absorber este dióxido de carbono y otros gases que antes eran contenidos por los bosques y selvas.