El cambio climático y el ciclo del agua como una de las consecuencias más evidentes en el planeta. Los científicos pronostican más sequías e inundaciones, la fusión de los glaciares y cambios drásticos en los patrones de precipitación.
El cambio climático provoca cambios en el ciclo del agua. A medida que el fenómeno del calentamiento global se hace más patente en nuestro planeta, sus efectos son más perceptibles dentro del ciclo hidrológico, motivo por el cual los científicos pronostican períodos de sequías e inundaciones más prolongados, aceleración de la fusión de los glaciares y cambios drásticos en los patrones de precipitación y nieve.
El mundo ya está experimentando cambios a gran escala en lugares como los Andes y el Himalaya, donde están desapareciendo los glaciares y llevándose consigo la fuente de agua potable y riego para millares de personas. Katmandú o La Paz dependen del glaciar del Himalaya y de los Andes respectivamente, por lo que pueden verse sin el agua necesaria.
Por otra parte, se estima que a finales del siglo XXI es probable que el cambio climático haya aumentado la frecuencia y la intensidad de las sequías a nivel regional y mundial. A su vez, la necesidad de más agua de los distintos usos, sobre todo el de los cultivos, será mayor en las épocas con menos recursos. Tanto las campañas de riego como la turística se desarrollan fundamentalmente en los meses de verano.
Las zonas de mayor sensibilidad serán, por lo tanto, aquellas que actualmente tienen un perfil de mayores temperaturas y menores precipitaciones, en las que pueden disminuir los aportes de agua en un 50%, que a su vez son las mayores consumidoras de agua.
Esto incrementa la incertidumbre de disponibilidad del recurso agua para garantizar las necesidades sociales y ambientales futuras.
El cambio climático y la reducción de los recursos hídricos disponibles, aparte de sus negativas consecuencias ambientales y sociales, también va a conllevar daños gravísimos a la economía global, produciendo muy posiblemente una recesión económica importante.
Los impactos del cambio climático dependen de los usos y manejos que efectuemos del agua a medida que los aportes de agua vayan disminuyendo, pues junto a la sequía climática, existe una sequía antrópica provocada por el hombre, que se debe a una nefasta gestión de este recurso natural. Este hecho se explica considerando que consumimos agua por encima de las posibilidades que tenemos de disponer de ella, lo que ha llevado en muchas zonas a superar un consumo medio de un 20% de los recursos hidráulicos renovables totales, lo que se considera como el límite de sobreexplotación de un sistema. Es necesario limitar el crecimiento de la demanda de agua en muchas zonas del mundo hasta recuperar el equilibrio hídrico.