Para demostrar el fenómeno del deshielo del Ártico, la agencia Efeverde publicó el 21 de abril de 2016 que: "El deshielo del Ártico puede igualar su máximo histórico desde 2012". Se menciona que según los expertos, los datos del 2016 son tan desalentadores como los de 2012, cuando se redujo la superficie de hielo marino del Ártico a un mínimo histórico de 3,4 millones de kilómetros cuadrados.
El deshielo del Ártico ya es un hecho. Un grupo de científicos alertó hoy de que este año el deshielo del Ártico podría igualar el récord de 2012, cuando se produjo la mayor pérdida de superficie registrada hasta entonces. Los físicos polares del centro alemán Alfred Wegener presentaron sus cálculos en Viena durante la asamblea de la Unión Europea de Geociencia, en la que explicaron que sus pronósticos se basan en la evaluación de datos por satélite.
El calentamiento global en el Ártico es mucho mayor que en otras regiones del planeta por el conocido como "efecto albedo", que mide la reflexión de la luz solar sobre la Tierra. Cuando el albedo tiene valores muy altos -como en zonas de nieve y hielo- se da un efecto de enfriamiento, ya que se retiene menos energía en la Tierra; y al contrario, valores bajos de albedo provocan un efecto de calentamiento.
Siguen mencionando que: "El deshielo del Ártico generará también un mayor oleaje en la región, ya que las capas de hielo suponen una barrera natural para las olas del Atlántico. Estas olas más potentes acelerarán también el deshielo en el Ártico, ya que golpearán de forma más virulenta las masas de hielo. Además, podría afectar a la capa de hielo permanente que cubre el suelo en determinados lugares fríos del planeta, conocido como permafrost, y que contiene metano, un gas de efecto invernadero".
De esta forma, la pérdida de hielo tiene un efecto multiplicador del calentamiento en el Ártico.