Está claro que las causas más importantes que provocan el hambre en el mundo son consecuencia de la acción "inhumana" del hombre. Sin embargo, también hay que mencionar, si lo que se quiere es hacer un análisis riguroso de la situación, otras causas naturales.
Los fenómenos meteorológicos castigan con fuerza los territorios del Sur, que muy a menudo se ven afectados por duras situaciones de sequía o, en el otro extremo, de inundaciones, que destruyen la capacidad productiva de los campesinos y arruinan sus posibilidades de subsistencia.
También los terremotos son una desgracia que golpea de manera especial a los territorios más pobres, que tienen unas construcciones más endebles y menos adaptadas a estos fenómenos. Especialmente destructivo fue, por ejemplo, el seísmo que afectó a la capital de Haití, Port-au-Prince, en 2010. La región, todavía hoy, no se ha recuperado de aquel gran golpe.
En este apartado habría que hablar también del cambio climático, de la deforestación y de las terribles consecuencias que éstos provocan en los países del Sur. En este sentido, hay que evitar hablar de desastres naturales, ya que el cambio climático y las emisiones de gases de efecto invernadero están provocados, en gran parte, por los países ricos: Estados Unidos, por ejemplo (país que no ha firmado el Protocolo de Kioto), es responsable directo del 25% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
Víctor de Paz Mena