Actualmente el mundo funciona siguiendo un modelo librecambista que sigue los intereses de los países del Norte y vuelve a olvidar las necesidades de supervivencia del Sur. El librecambismo -en oposición al proteccionismo- es un sistema que defiende la libertad de mercado y la no imposición de aranceles a los productos que no han sido producidos por el propio país.
A diferencia de la situación actual, en el pasado todos los países ahora industrializados necesitaron en algún momento proteger sus productos e instaurar el modelo proteccionista (Estados Unidos e Inglaterra fueron, durante el siglo XIX, los países más proteccionistas del planeta hasta que sus economías se convirtieron en competitivas e impusieron entonces al resto del mundo el librecambismo). Y es que las industrias nacientes, para consolidarse, necesitan de una protección inicial.
Esta protección es precisamente la que ahora se niega el Sur, de la mano de la Organización Mundial del Comercio. ¿Por qué? Pues porque al mundo desarrollado le interesa poder exportar sus productos sin barreras arancelarias que los conviertan en poco competitivos. A este hecho se añade el dumping, o lo que es lo mismo, la exportación por parte del Norte de productos subvencionados por debajo de su precio real y que revientan los mercados interiores de los países en proceso de industrialización.
El mundo funciona según un modelo de librecambio favorable a los intereses de los paises ricos.
Uno de los actores internacionales que más practica el dumping es precisamente Estados Unidos, país que vende maíz subvencionado en la región de centroamérica. De esta manera, en los mercados de esta región se puede encontrar trigo americano más barato que el autóctono.
Así, a través de las subvenciones del Norte a su agricultura, nos encontramos con una situación catastrófica en los mercados de los Sur: los productos agrícolas europeos se venden más baratos que los locales. La situación, tal como explica Jean Ziegler en el documental «Nosotros alimentamos el mundo», es insostenible.
Víctor de Paz Mena