Desde su nacimiento en 2011, Sudán del Sur se encuentra casi permanentemente en un estado de guerra civil. El presidente Salva Kiir y su rival y antiguo aliado Riek Machar son enemigos declarados. Su enemistad, nacida de conflictos étnicos y de poder, ha sumido al país en un terrible guerra fratricida.
100.000 personas están sufriendo hambruna y hay 1 millón de personas que están al límite de caer en ella. Hay 5 millones de personas que necesitan urgentemente comida y ayuda con sus medios vitales. Casi 300.000 niños sufren malnutrición aguda grave.