Frecuentemente los medios de comunicación divulgan datos sobre la pobreza sin que sepa a que medición se refieren. Este texto busca explicar la distinción entre la pobreza absoluta y la pobreza relativa, los conceptos subyacentes a cada una de las mediciones y sus debilidades.
Pobreza relativa y pobreza absoluta son dos modos de medir la pobreza, de entre los muchos que existen. Cada uno de estos es utilizado de acuerdo con un concepto diferente de pobreza empleado.
Para contabilizar la pobreza absoluta se establece un mínimo de recursos al que un individuo, país o región debe tener acceso para que disfrute de una vida de calidad. En esta medición la pobreza es definida por causas unidimensionales, por ejemplo, cuando se establece como umbral de pobreza el consumo mínimo de 2.300 calorías al día para un adulto, o la cantidad de 1,90 USD al día. Es posible decir que se trata de una medida inexacta de la pobreza, ya que considera que los recursos necesarios para la supervivencia son determinados por el contexto y por las actividades ejercidas por los individuos. Un albañil necesita de más calorías diarias para realizar sus actividades que alguien que trabaja en una oficina. Vivir en Oslo, una de las ciudades más caras del mundo, con la cantidad de 1,90 USD al día no es suficiente para suplir las necesidades más básicas. Sin embargo, en Managua, capital de Nicaragua, con 1,90 USD diarios se pueden adquirir los recursos indispensables a una vida digna.
En cambio, la pobreza relativa tiene en cuenta que los seres humanos son actores sociales y que se debe medir la pobreza en comparación con aquellos que comparten del mismo entorno social. La pobreza relativa se establece en función del nivel general de ingresos en la comunidad, país, o región analizada. Esta medición también presenta sus debilidades, tal como en un caso donde toda la población tenga un ingreso similar pero todos sufran de malnutrición. En esta situación, nadie es “relativamente” más pobre que el resto, aunque no se puede decir que ninguno es pobre. Como solución, Amartya Sen propone el uso del enfoque de las capacidades. La falta de una capacidad es “absoluta” porque no depende de si otras personas la han satisfecho, por ejemplo sentirse respetado(a) por la comunidad. No obstante, los recursos necesarios para adquirir esa capacidad pueden ser diferentes en cada sociedad.
Nicole Caus