La pobreza en África

La pobreza en África sigue siendo la más grave del mundo

África acoge al 13% de la población mundial y en las ultimas décadas se convirtió en un polo de atracción del capital extranjero. Aunque presente buenas expectativas económicas, la gran mayoría de los mil millones de pobres que hay en el planeta viven en África, región con la esperanza de vida más baja del mundo.

Los indicadores macroeconómicos apuntan a un periodo de prosperidad en el continente africano. Con excepción del Norte de África, que sufre de los efectos de las revoluciones de masas, el crecimiento del PIB en el resto del continente ha sido positivo desde 2001, con un promedio del 5% por encima de la media mundial del 3%. Sectores como telecomunicaciones, banca, transformación de los productos agrícolas y la construcción civil están ganando fuerza en la economia.

Aunque tímidamente, los indicadores sociales también presentaron progresos, los niveles de pobreza en África subsahariana se redujeron del 56,5% en 1990 al 48,4% en 2010.  Cada año más niños tienen acceso a educación, aproximadamente el 58,8% de los países africanos han alcanzado al menos el 75% de tasa de alfabetización hasta 2012. Los niveles de salud también mejoraron. La mortalidad infantil disminuyó de 173 mil muertes por cada mil nacidos vivos en 1990 a 95 mil muertes en 2012.

A pesar de los relativos avances, África sigue siendo el continente más pobre del mundo. Con el 13% de la población mundial, el continente acoge el 33% de la población pobre del mundo y alcanza el 1,6% del PIB global. Todavía un cuarto de la población sufre de desnutrición. Hasta 2012 la mitad de las muertes infantiles a nivel mundial ocurrían en África. Más de la mitad de las personas del continente -62%- vivían en chabolas y solamente el 16% tenía acceso a agua potable por tubería.

El crecimiento económico que África ha experimentado en los últimos años no fue inclusivo ni suficiente para sostener los esfuerzos de reducción de la pobreza.

Para lograr un desarrollo sostenible y equitativo, se hace necesario la transformación estructural de las economías de los países africanos. Para eso, es esencial la inversión en las personas a través de la priorización de la protección social y de la ampliación del acceso a servicios básicos como salud y educación. La promoción de los mercados de energía, banca y crédito, apoyo a los pequeños y medianos agricultores y empresarios también es fundamental para impulsar un crecimiento que se convierta en la mejoría del bienestar de la población.

La tarea de Manos Unidas en África es apoyar acciones que contribuyen a la erradicación de la pobreza en más de 15 países. Lo hacemos por medio del financiamiento de proyectos de desarrollo agrícola, sanitario, educativo, social y de promoción de la mujer. Para Manos Unidas, el desarrollo es un proceso que debe llevar a transformaciones sociales, de forma que se alcancen condiciones de vida digna para todas las personas. Así, trabajamos para cambiar la realidad de África.

Nicole Caus

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