Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La comunidad Garos es muy pobre, sólo hay una escuela pública para niños y niñas hasta los 10 años, con un único profesor. A partir de esa edad han de desplazarse 16 kilómetros.
No hay dispensario, muchos niños están sin vacunar, los partos se realizan en las casas y se observan enfermedades de la piel, desnutrición y dentición defectuosa.
El principal medio de vida de la comunidad es la agricultura, ya sea en terrenos propios o como jornaleros, pero la desforestación por la tala de árboles para crear cultivos y la acción de los elefantes salvajes destrozan las cosechas. Los salarios de las mujeres son la mitad del de los hombres y además son responsables de cargar y vender los productos en el mercado y la crianza de los hijos.
El 2019, ante la urgencia de las necesidades de esa población, Manos Unidas colaboró con la Congregación de Missionary of Mary Hels os Christians para dotar de suministro de agua y proporcionar luz en las casas.
Nuevamente la Congregación de Missionary of Mary hels of Christians solicita la colaboración de Manos Unidas para un nuevo proyecto que tiene dos vectores de actuación:
1) Sustitución de los techos de ramas de algunas viviendas por otros de chapa de hojalata para hacerlos más seguros y sin necesidad de mantenimiento.
2) Dotar de animales y formar un grupo de mujeres para su cría, para poder generar ingresos adicionales a sus familias.
La contribución de Manos Unidas es del 80% del coste total que se destinará a cubrir los materiales de 150 cabañas, la formación de 150 mujeres y la compra de 284 lechones. El socio local y los beneficiarios aportan el 20% restante en mano de obra, pequeños materiales y la compra de 16 lechones.
El proyecto contribuye a los ODS núm. 1 “Fin de la pobreza”
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.