[Coronavirus] Lucha contra el incremento de la malnutrición infantil por la COVID-19 en Turkana

Apoyamos a La Congregación de las Hermanas Sociales de la Iglesia en este proyecto tan necesario en Turkana, que hemos visitado en varias ocasiones. Por las recurrentes sequías, en 2012, 2014 y 2017, Manos Unidas ha realizado proyectos de emergencia.

Turkana. Kenia. Foto: Manos Unidas

Turkana es una zona semidesértica situada al noroeste de Kenia, en pleno valle del Rift y con frontera con Etiopia. Esta región se encuentra aislada del resto del país por una serie de cadenas montañosas y por las aguas saladas del lago Turkana. 

Tiene una población aproximada de 621.000 personas que vive en condiciones muy difíciles. En su mayoría son nómadas o semi-nómadas que viven de sus rebaños de cabras, camellos y burros. Una minoría está empezando a establecerse en pequeños poblados e intentan desarrollar otras actividades alternativas como la pesca o la agricultura estacional de subsistencia a muy pequeña escala.

La pobreza en esta zona es extrema, padecen de hambruna, sequía y malnutrición. Las instalaciones de agua son prácticamente inexistentes y las comunicaciones malas y escasas; además padecen inseguridad debido a los conflictos fronterizos.Están muy apegados a sus costumbres ancestrales y en principio son muy reacios a cualquier cambio, aunque últimamente se empieza a apreciar un cierto aperturismo, sobre todo en la aceptación de que las niñas acudan a la escuela. Las familias tienen una media de 7 miembros.

La ayuda de las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia en Turkana

Las Hermanas Misioneras Sociales de la Iglesia (HMSI) llevan 20 años trabajando en el área de Turkana,experimentando siempre la necesidad de ayudar a personas vulnerables, especialmente ancianos y niños, a través de: 12 Escuelas Preescolares, un Orfanato, y un programa de apoyo a familias necesitadas con ancianos vulnerables, enfermos, discapacitados o mujeres gestantes, tanto en las localidades más apartadas de las escuelas preescolares como en las cuatro comunidades próximas a la parroquia de Lokitaung. Estas escuelas permiten a los niños aprender inglés y suajili, única forma de tener garantizado el acceso a la educación primaria en las escuelas públicas.

Desde la llegada de las hermanas, el índice de niños que acceden a la escuela primaria ha ascendido del 17 al 65%, siendo un 47% niñas. Además, las escuelas funcionan como centros nutricionales en una región donde la malnutrición infantil se considera endémica, como reconoce el propio gobierno de Kenia.

De acuerdo con publicaciones oficiales, hasta un 30% de los niños keniatas de menos de cinco años sufren desnutrición. Según informes de UNICEF, una pobre nutrición causa cerca de la mitad (45%) de las muertes en los niños menores de 5 años y, aunque no llegue a causar el fallecimiento, los efectos de la malnutrición crónica son daños irreversibles a nivel físico y neurológico.

Desde el cierre el 20 de marzo de las escuelas como medida de prevención de la propagación del coronavirus, los niños que acudían a las escuelas de las HMSI han dejado de recibir las dos comidas diarias quedando a merced de la comida que hay en las familias, siempre escasa en esta zona, y más ahora que todas las actividades económicas incluyendo mercados han frenado debido a las limitaciones de reunión y movilidad, y han subido los precios

A mediados de mayo, las HMSI consiguieron permiso para realizar una ronda de visitas a las escuelas preescolares, con la enfermera de la clínica móvil y han comprobado que la incidencia de malnutrición infantil -tras dos meses de cierre de los colegios -ha subido de un 15% al 39%.

En vista de la gravedad de la situación, las Hermanas han obtenido la autorización de las autoridades sanitarias y de la policía para poder abrir las escuelas a diario solamente para la higiene de manos y cara y para distribuir una comida diaria a 3.000 niños.

Las HMSI solicitan la colaboración de Manos Unidas para:

  • La compra de medicinas y vitaminas
  • Cubrir el salario de los profesores que volverán a trabajar parcialmente encargándose de la distribución de la comida.
  • Los gastos de la clínica móvil que recorrerá los pueblos haciendo un seguimiento cercano del estado nutricional de la población infantil
  • La coordinación con las autoridades sanitarias keniatas
  • La compra de material sanitario de protección ante la Covid-19

Manos Unidas cubriría el 40% del coste total del proyecto que tiene una duración de 6 meses y contribuye al Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 2 Hambre Cero. 

Cabe mencionar que Manos Unidas cofinancia este proyecto junto con la Fundación Pablo Horstmann, principal apoyo financiero de las HMSI en el proyecto de doce escuelas preescolares, además de brindar un importante apoyo técnico a la congregación

 

Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.

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