Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
En los últimos 4 años Manos Unidas se ha centrado en mejorar la situación de millón y medio de refugiados sirios en Líbano. Con la COVID y la explosión en Beirut es necesario también apoyar a la población libanesa
El 4 de agosto de 2020, un almacén con nitrato de amonio explotó en el puerto de Beirut, causando graves daños humanos y de infraestructura en la capital y sus suburbios. Se produjeron al menos 200 muertes, más de 6.000 heridos, un número todavía indeterminado de desaparecidos y 300.000 personas sin hogar.
Después de la explosión, se desplegaron equipos de primera respuesta, desde la defensa civil hasta ONG locales, voluntarios y supervivientes para buscar y rescatar a los heridos y desaparecidos.
El gobierno de Líbano, que ya se encontraba en medio de convulsiones sociopolíticas, económicas y sanitarias debido al incremento de la Covid-19, no puede abordar el desastre humanitario sin el apoyo de organizaciones no gubernamentales y la asistencia humanitaria externa de la comunidad internacional.
Una primera evaluación indica las siguientes prioridades humanitarias, con el objetivo de ayudar a las familias más vulnerables a superar la primera etapa de la crisis, asegurando sus necesidades básicas: comida y agua, refugio, artículos no alimentarios y asistencia sanitaria
Con el fin de responder a tiempo a la emergencia repentina, Caritas Líbano obtuvo rápidamente todos los permisos necesarios para operar en las áreas afectadas y, de hecho, ya ha comenzado a brindar ayuda de emergencia a la población.
Manos Unidas está colaborando con la ayuda a 930 familias seleccionadas de los dos barrios más afectados de paquetes de comida con productos básicos y no perecederos, así como la distribución de productos higiénicos a 400 familias
De esta forma 4.000 personas podrán tener lo imprescindible durante los dos próximos meses
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.