Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
El Hospital Italiano, en Karak, atiende gratuitamente a un número cada vez mayor de refugiados que no tienen acceso a la asistencia sanitaria oficial. Para continuar con su labor necesitan equipamiento médico y colaboración en la atención médica.
Jordania está viviendo una situación nueva debido a la presencia de un número de refugiados Sirios e Iraquíes que crece a diario y que han llegado cruzando las fronteras. Un buen número de ellos ha estado viviendo en los campamentos al norte del país pero muchos han encontrado un refugio en los pueblos y ciudades, llegando incluso al Sur de Jordania (Karak, Tafile, Qatrane, Aqaba).
La mayoría de la población Jordana vive de la agricultura, a pesar de que las lluvias son escasas. La gente joven prefiere buscar un trabajo en la Administración o alistarse en el Ejército. La provincia de Karak, mencionada en la Biblia como Valle de Moab, cuenta desgraciadamente con las cifras más altas de desempleo del país al mismo tiempo que con las más altas en nacimientos. En la ciudad de Karak, situada en la provincia con el mismo nombre, se encuentra el Hospital Italiano. Éste atiende a la gente de la región así como también a la de otras zonas limítrofes, habitadas también por inmigrantes principalmente beduinos, kurdos y goranis (un grupo étnico africano), pero también egipcios, srilanqueses y paquistaníes. Esta triste realidad está afectando seriamente al funcionamiento del hospital, ya que los refugiados no pueden recibir asistencia sanitaria oficial por lo que regularmente acuden a esta institución de la iglesia.
En este momento existe una necesidad urgente de reemplazar los equipos de neonatología y prestar atención al flujo de refugiados. El Hospital funciona con un régimen de no crear pérdidas pero tampoco beneficios y cuando éstos se producen se invierten en el Hospital; deben buscar el apoyo de donantes en el exterior. Actualmente cuentan con la colaboración de la Misión Pontificia y durante el año pasado de Cáritas Jordania que ahora ha interrumpido su ayuda.
El Hospital recibió 726 refugiados de enero a agosto, número que se prevé que aumente. Respecto a los partos han sido 731 en estos mismos meses. Se encuentran en una situación comprometida en la que quieren seguir prestando su valioso servicio y testimonio a una sociedad eminentemente musulmana. Por ello solicitan la colaboración de Manos Unidas para comprar 2 incubadoras y 3 equipos de fototerapia, con los que se atenderá a un número estimado de 750 pacientes.
Solicitan también una colaboración en la atención médica que se presta a los refugiados y que es gratuita. Se estima que con esta ayuda podrán cubrir la atención médica especializada de, al menos, 450 refugiados sirios e iraquíes incluyendo partos, cirugías generales, atención neonatal y pediátrica así como consultas externas de distintas especialidades. Las hermanas seguirán haciéndose cargo del 50% de los gastos.
El número total de beneficiarios directos ascenderá a 1.200 personas.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.