Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Ayuda humanitaria para facilitar la labor de los sanitarios de un centro médico ubicado en Bagdad que está desbordado por la avalancha de refugiados.
Desde la primera guerra de Irak en 1991, el país no ha sido capaz de remontar la crisis económica y socio-política que supuso dicho conflicto bélico y el fin del régimen de Sadam Hussein. El embargo económico de los años siguientes ha impedido la reconstrucción de las infraestructuras dañadas, así como la distribución de material sanitario y medicinas a los hospitales. Las matanzas de limpieza étnica y religiosa, entre 2006 y 2007, impulsaron a muchos profesionales, incluido el sector médico, a abandonar el país. Los ataques del ISIS, la batalla de Mosul y de la región de Al Anbar, entre el grupo terrorista y las fuerzas del ejército, han acabado con la seguridad del país y han supuesto el desplazamiento de más de 3,4 millones de personas.
Las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús se ocupan desde hace años de un centro sanitario ubicado en la Parroquia de la Virgen del Rosario que fundó en su día la Orden de los Caballeros de Malta y que se estrenó con una unidad de atención móvil. Entre los servicios que ofrece dicho centro hay traumatología, medicina interna, corazón, pediatría, ginecología, también un laboratorio muy precario, una farmacia y actualmente, gracias al apoyo de Manos Unidas, también disponen de un servicio de atención buco-dental. Todo ello atendido por profesionales de forma voluntaria que atienden mensualmente a unos 900 pacientes que deben pagar por consulta unos 4 céntimos de Euro. Realizan cerca de 300 análisis de todo tipo cada mes.
El centro está totalmente saturado, y ante la falta de medios, sobre todo a nivel de laboratorio, los diagnósticos y los tratamientos se retrasan con las consiguientes complicaciones para los enfermos.
Y así poder reducir, no sólo el tiempo de espera, sino también el índice de enfermedades entre la población más desfavorecida del barrio y de todas las familias del campamento de desplazados iraquíes cristianos, que se encuentra en un barrio colindante. La aportación local es el trabajo de las hermanas y los médicos.
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.