Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
Manos Unidas ha llevado a cabo un proyecto de sensibilización y formación en derechos para las mujeres, de un año de duración, en 9 aldeas en el distrito de Golaghat, estado de Assam, al noreste de la India.
Más del 65% de la población indígena adivasi, de la zona de Chotanagpur (Jharkhand), al noreste de la India, trabajan en los campos de té como temporeros, sometidos a condiciones de trabajo abusivas y salarios miserables. Viven en aldeas o en las propias plantaciones y constituyen un grupo social no reconocido como tribu ni como casta, sin derecho a poseer tierras, y excluido de cualquier tipo de ayuda gubernamental. Rodeados de miseria y pobreza, los hombres utilizan el alcohol como vía de escape de la situación.
El consumo de alcohol es un importante problema de salud pública, especialmente en zonas rurales o áreas pobres urbanas del estado de Assam, India. Está vinculado directamente a la violencia doméstica y a la violación de los derechos humanos de las mujeres.
Las consecuencias del alcoholismo son devastadoras, sobre todo para la mujer que no solo sufre violencia de género, sino que además, son tratadas como inferiores, no pueden heredar propiedades ni participar de las decisiones familiares ni comunales, por lo que emigran en busca de una vida mejor, y caen con frecuencia en manos de las redes de tráfico de personas. Las niñas tienen menos oportunidades de acceder a la educación que los varones, y cuando se casan (a edades tempranas) sufren el alcoholismo de sus maridos y el maltrato, y muchas veces la muerte prematura de éstos y la consiguiente ruina para la familia.
En el estado de Assam, a principios de febrero de 2019, se produjo la muerte de 200 personas (20 en la zona del proyecto), la mayoría hombres, debido al consumo de una bebida alcohólica local, llamada Chulai, un brebaje destilado con metanol que contiene residuos químicos de fertilizantes y pesticidas de los contenedores en los que se distribuye y que ha sembrado de muertes, de enfermos de por vida y en estado de ruina a muchas familias que han perdido a las personas que aportaban los ingresos familiares.
Como reacción, las mujeres, con la ayuda del párroco de Woka, la Diócesis de Dibrugarh y la colaboración de Manos Unidas, se han asociado en un programa de prevención -de duración de un año- que, a pesar de las dificultades encontradas, ha finalizado con éxito
Los beneficiarios directos han sido 4.017 personas
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.