Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.
La población de estos municipios se dedica principalmente a la agricultura de subsistencia, obteniendo ingresos por la venta de pequeños excedentes en su producción y de productos agropecuarios, textiles con hilos de lana de oveja, algodón, pigmentos y actividades de labrado en madera.
Estas actividades artesanas, permiten a las familias complementar sus ingresos familiares, que están por debajo de la media nacional.
Las mujeres vienen incursionando en la realización de actividades generadoras de ingresos. Sin embargo, esto les genera una sobrecarga laboral y, frecuentemente, estos emprendimientos son condenados al fracaso al no poder realizar todas las obligaciones impuestas por su rol de género en sus hogares.
En lo que se refiere al acceso de las mujeres a la gestión comunal, se han producido avances significativos. No obstante, el porcentaje de mujeres que ostentan carteras de gestión en las capitanías es inferior al de los hombres y las carteras que ocupan son las relativas a los roles tradicionalmente asignados a las mujeres como salud, educación y género.
Las capitanías zonales y comunitarias responsables de promover el desarrollo económico y los derechos de las mujeres tienen limitaciones para el cumplimiento de estas funciones. Los miembros de las carteras de producción y género carecen de las herramientas y conocimientos necesarios para realizar estas funciones adecuadamente, lo que se traduce en el desarrollo de escasos proyectos y acciones orientados a la promoción de los derechos de las mujeres y al desarrollo de actividades generadoras de ingresos que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la población de sus territorios.
Por otra parte, los municipios de Macharetí y Huacaya se encuentran inmersos en procesos de autonomía indígena. Estos procesos se ven ralentizados por el escaso fortalecimiento de las comisiones encargadas de elaborar los estatutos de autonomía indígena en aspectos como negociación y difusión de los acuerdos alcanzados. Estas cuestiones son de vital importancia ya que estos estatutos deben ser consensuados entre sectores poblacionales con diferentes intereses y aprobados por una población informada.
Fortalecer las capacidades de las capitanías zonales y comunitarias para:
Las personas beneficiarias directas de la intervención son 904 personas (475 mujeres y 429 hombres)
Para que Manos Unidas pueda llevar a cabo proyectos como este.