La alimentación es un derecho, no una mercancía

Resumen de la mesa «828 millones. ¿Por qué? Causas del hambre en un mundo desigual».

Mesa redonda organizada por Manos Unidas en la Asociación de la Prensa de Madrid
  • Elena de Luis Romero, consultora e investigadora en derecho a la alimentación y derechos humanos y profesora de la Universidad Carlos III: «El hambre es uno de los mayores fracasos de la humanidad».
  • Fidele Podga, coordinador del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas: «El sector alimentario está concentrado en pocas manos que convierten el alimento en un puro negocio».
  • José Luis Orpella, médico y misionero en Kenia: «En una sociedad materialista y egoísta, es muy difícil que haya un cambio social y político que solucione el hambre en el mundo»

En la mañana del jueves 20 de octubre ha tenido lugar, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, la mesa redonda «828 millones. ¿Por qué? Causas del hambre en un mundo desigual», organizada por Manos Unidas para analizar y denunciar las causas del aumento del hambre en el mundo, así como para discutir y proponer líneas de actuación que contribuyan a garantizar el derecho a la alimentación de las poblaciones más vulnerables.

En un momento en el que, según la FAO, se produce lo suficiente para alimentar a casi el doble de la población mundial, 828 millones de personas sufren hambre y 3.100 millones de personas no pueden acceder a dietas saludables. Estas cifras reflejan un importante incremento del hambre: 46 millones más que en 2020 y 150 millones más que antes de la pandemia del coronavirus; un aumento que afecta principalmente a África, donde la prevalencia de la subalimentación se sitúa en el 20 %.

Ecuador - Manos Unidas - Foto Josep Vecino

«Parece mentira que cada año se superen las cifras del hambre»

En la mesa ha participado, Elena de Luis Romero, consultora e investigadora en derecho a la alimentación y derechos humanos y profesora de la Universidad Carlos III, que ha afirmado que «el hambre es uno de los mayores fracasos de la humanidad».

«El hambre es uno de los mayores fracasos de la humanidad» (Elena de Luis).

En su intervención, De Luis ha explicado la relación entre los conceptos hambre e inseguridad alimentaria, señalando que el hambre implica una situación «grave» de inseguridad alimentaria y, sobre todo, la vulneración de un derecho humano esencial, como es el derecho a la alimentación. «Y, de la mano de este derecho, se vulnera toda la carta de derechos humanos», ha denunciado. Y eso sucede con las tres cuartas partes de la población mundial: los

Mesa redonda hambre en el mundo - Manos Unidas - Foto Javier Mármol
En la imagen, los ponentes de la mesa redonda, de izquierda a derecha: Elena de Luis, Fidele Podga y José Luis Orpella.

agricultores, las mujeres y las poblaciones indígenas. Se trata de los grupos de población más vulnerables y más afectados por la pobreza, porque, «aunque hay países en vías de desarrollo en los que un porcentaje de la población padece inseguridad alimentaria moderada, el hambre no afecta por igual a toda la población», señala la experta en Derecho a la Alimentación.

«Parece mentira que cada año se superan las cifras del hambre», ha afirmado De Luis. Cuando se llegue al año 2030, fecha establecida por los Objetivos de Desarrollo Sostenible para terminar con el hambre en el mundo, «habrá todavía unos 600 millones de personas –un 8 % de la población mundial– en situación de inseguridad alimentaria. «Y las cifras son susceptibles de empeorar», ha advertido la docente universitaria, para hacer mención, después, a las «paradojas» del sistema alimentario: en un mundo en el que la obesidad es ya un grave problema entre un alto porcentaje de la población y el desperdicio alimentario alcanza al 17 % de los alimentos que se producen, 828 millones de personas pasan hambre.

Para De Luis, el derecho a la alimentación está «estrechamente ligado a la soberanía alimentaria» y, como todos los derechos, «lleva implícitas una serie de obligaciones» para los estados y para actores privados como las multinacionales. «Además de la obligación de garantizar los fondos para la cooperación internacional, que es algo que nos implica a todos», ha asegurado. 

Senegal - Manos Unidas - Pablo Echeita

«El sector alimentario está concentrado en pocas manos que convierten el alimento en un puro negocio»

Tras Elena de Luis ha intervenido Fidele Podga, coordinador del departamento de Estudios y Documentación de Manos Unidas, que ha abordado las principales causas del hambre y cuestionado algunos de los mitos o imprecisiones asociados a estas causas. Una intervención que ha consistido en «una invitación a repensar las causas del hambre desde otras perspectivas», ha explicado.

Tras preguntarse por qué «828 millones de seres humanos no consiguen su alimento», Podga se ha referido –para desmitificarlas– a algunas de las causas del hambre como las relacionadas con la producción agrícola. «Hay todavía importantes sectores que vinculan el hambre con la necesidad de aumentar la producción agrícola mundial, pero la producción no es el problema. El problema está en la distribución», ha afirmado Podga.

«El problema del hambre no es de producción, sino de distribución» (Fidele Podga).

Otra de las causas del hambre se relaciona, fundamentalmente, con los conflictos armados, que suelen tener una incidencia directa en la seguridad alimentaria, pero el mapa de los conflictos armados no coincide siempre con el del hambre. «Los conflictos generan hambre, pero el hambre también genera conflictos», ha explicado el coordinador del departamento de Estudios de Manos Unidas.              

Podga se ha referido, también, al negocio de las armas, «una cuestión relacionada con en el aumento del hambre en el mundo que no suele ponerse sobre Senegal - Manos Unidas - Foto Pablo Echeitiala mesa», y que encuentra un mercado «fácil» en los países pobres, que dedican importantes recursos al gasto militar, «recursos que podrían garantizar el alimento de sus poblaciones», ha denunciado. Por ejemplo, el yihadismo está presente en algunos lugares donde «crece el hambre» y gana terreno «por ese acceso fácil a las armas y por el abandono del mundo rural».

El impacto del cambio climático en la seguridad alimentaria es «innegable» pero, según Podga, «aunque el cambio climático nos afecta a todos, no todos los seres humanos sufren el hambre por igual». Lo relevante –ha explicado Podga–, es la «la resiliencia ante el cambio climático». Hay una mayor vulnerabilidad en África y en el sudeste de Asia. «Ceo que, en cuestión de hambre, más que de cambio climático debemos hablar de justicia climática», ha aclarado.        

El sistema alimentario dominante hoy es, según Podga, «la causa mayor y más directa del hambre». «El sector alimentario está concentrado en pocas manos que convierten el alimento en un puro negocio», ha lamentado.

Para finalizar, el coordinador de Estudios de Manos Unidas ha ofrecido una serie de alternativas por las que apuesta la ONG de la Iglesia católica: la educación para el desarrollo que propugna combatir el hambre, que es, fundamentalmente, «una cuestión política», desde el conocimiento, la incidencia y la movilización ciudadana. Y, por otro lado, la agroecología, que pone la producción agrícola en manos de los pequeños agricultores, «porque la solución al hambre es una cuestión de soberanía alimentaria».   

India - Manos Unidas - Foto DISHA

Las causas del hambre en Kenia

Por su parte, el padre José Luis Orpella, médico y sacerdote en la diócesis keniata de Garissa, una zona muy abandonada por el gobierno debido a Kenia - Manos Unidas - José Luis Orpellacuestiones históricas y políticas y donde el 80 % de la población vive en pobreza absoluta. «En los 30 años que llevo en Kenia he podido experimentar muy de cerca el deterioro ambiental, el cambio climático y el poco desarrollo de la región», ha asegurado.

En estos momentos, en el Cuerno de África hay más de 50 millones de personas en situación de hambruna y unas 400.000 personas a punto de morir de hambre, la mayoría niños y mujeres. Además, hay unos 13 millones de desplazados y 5 millones de refugiados. Esto es debido, según el sacerdote español, «a la crisis alimentaria, que no es solo una consecuencia del cambio climático y la sequía, sino que se alimenta, valga la redundancia, de la situación de inseguridad política, de los conflictos tribales, de insurgencias, y de problemas enquistados de corrupción, especulación y mercados locales desprotegidos, con solo unos pocos haciendo el negocio a costa de los más desfavorecidos».

«En el Cuerno de África hay más de 50 millones de personas en situación de hambruna y unas 400.000 personas a punto de morir de hambre» (José Luis Orpella).

Además de por los problemas políticos, de la insurgencia islámica y de los conflictos entre agricultores y ganaderos, la región se ve afectada, desde hace unos 10 años, por sequías e inundaciones cada vez más fuertes, «aunque entre los desastres naturales haya episodios de lluvia que ayudan a la población a rehacer sus vidas», ha explicado Orpella.

Kenia - Manos Unidas - José Luis OrpellaPor esta razón, se han implementado, junto a Manos Unidas, varios programas de emergencia tanto por inundaciones del río Tana como por la actual sequía. «Son programas de emergencia muy necesarios y esenciales para evitar una mortalidad y morbilidad alta en la zona afectada», ha asegurado el misionero. Estos programas de emergencia, en opinión de Orpella, «no son la solución para erradicar el hambre, pero son esenciales para combatir el hambre aguda que aparece cuando no hay otra solución para conseguir alimentos».

Para Orpella, en una sociedad materialista y egoísta, donde los valores que se ensalzan son el hedonismo, el narcisismo y el relativismo, «es muy difícil que haya un cambio social y político que solucione el hambre en el mundo», pero sí que es posible denunciar y hacer ver la «necesidad urgente» de un cambio para mejorar los sistemas de producción y distribución equitativa de alimentos, «al mismo tiempo que ir implementando a través de iniciativas de desarrollo y de formación ejemplos positivos de crecimiento humano».

La mesa redonda, que se ha llevado a cabo con motivo del Día de la Alimentación (17 de octubre) y en el maco de la Semana de la Pobreza, forma parte de las actividades de sensibilización que Manos Unidas realiza en España como complemento a la labor de desarrollo que lleva a cabo en más de 50 países de África, Asia y América Latina, para apoyar directamente a más de un millón y medio de personas con una inversión que en 2021 superó los 33 millones de euros.

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