En Centroamérica, las mujeres rurales aprenden a conocer y defender sus derechos.
Viajamos a América Central, concretamente a Guatemala y El Salvador, dos países fronterizos entre sí, donde Manos Unidas lleva a cabo diversos proyectos de apoyo a las mujeres rurales, en un modelo de intervención transversal común en varias de nuestras iniciativas.
A no demasiada distancia de la costa del Océano Pacífico, se encuentra situado el Departamento de Sonsonate, donde en los últimos tiempos hemos ejecutado un proyecto en 3 municipios de la zona.
La iniciativa, que finalizó a mediados de 2021, buscaba la promoción de los derechos humanos de mujeres y jóvenes a través de la prevención de la violencia de género y el impulso de la autonomía económica.
Gracias al proyecto, las asociaciones de mujeres fortalecieron sus liderazgos individuales y colectivos a través de su participación en los procesos formativos en la escuela feminista. Ahora, estas asociaciones de mujeres cuentan con reconocimiento y son referentes en sus municipios por las acciones que ponen en marcha a favor de las mujeres.
Además, se están formando nuevos liderazgos de mujeres y jóvenes en cada uno de los municipios. Esta adquisición de conocimientos les da más herramientas y empoderamiento para defender sus derechos como mujeres, especialmente vulnerados en las regiones rurales de El Salvador. De hecho, las participantes en el proyecto colaboran en la actualidad en los procesos de elaboración de políticas de prevención de la violencia de género y de planes de juventud a nivel municipal.
La situación de violencia, especialmente hacia la juventud, afectó por momentos al proyecto, ya que el miedo no les permitía poderse organizar y salir de sus comunidades. Sin embargo, se logró incorporar a más jóvenes al proceso y se fortaleció su participación en las acciones, logrando disipar sus temores. La irrupción del coronavirus afectó al desarrollo del proyecto, pero la voluntad de todos los implicados permitió sobreponerse a este duro contratiempo. La colaboración con el Movimiento Salvadoreño de Mujeres fue fundamental para este logro conjunto.
Hoy por hoy, está en marcha la segunda fase del proyecto, que se espera que concluya a finales del año 2023.
Nos desplazamos ahora a Guatemala, donde actualmente estamos impulsando un proyecto gracias al cual las mujeres indígenas y rurales aprenderán a conocer y defender sus derechos y a la posibilidad de disfrutar de una vida sin violencia de ningún tipo, cosa que se les ha negado en demasiadas ocasiones
La iniciativa, que se impulsa junto con nuestro socio local ECAP (Estudios Comunitarios y Acción Psicosocial), se desarrollará en 5 departamentos de Guatemala (Huehuetenango, Quiché, Chimaltenango, Alta Verapaz e Izabal).
Las mujeres indígenas, jóvenes, defensoras de DDHH, organizaciones de la sociedad civil e instancias públicas y comunitarias son las principales destinatarias de este proyecto, con el que reforzaremos y estimularemos estrategias conjuntas de prevención, atención y protección de la violencia contra las mujeres.
También fortaleceremos el autoconocimiento de las mujeres rurales para la defensa de sus derechos a una vida libre de violencias en el marco de conflictos armados, migraciones y defensa de sus territorios. Además, también se buscará que los organismos públicos mejoren su sensibilidad y capacidad de actuación a la hora de atender a las mujeres víctimas de violencia.
Por último, y no por ello menos importante, se impulsará una cultura a favor del respeto a los derechos de las mujeres, así como de rechazo y sanción social a la violencia contra las mujeres, en todas sus modalidades y tipos.