La injusticia climática, un riesgo para la salud de millones de personas.
Con motivo del Día Mundial de la Salud 2024, y en el marco de la Campaña «El Efecto Ser Humano», Manos Unidas quiere llamar la atención sobre cómo la crisis climática contribuye de manera directa a las emergencias humanitarias derivadas de olas de calor, fenómenos meteorológicos extremos, incendios…
La crisis climática es un factor que contribuye a que más de 2.000 millones de personas carezcan de agua potable apta para el consumo humano y que 600 millones padezcan enfermedades de transmisión alimentaria, dolencias que afectan, principalmente, a niños menores de cinco años.
«Creemos que las sequías, inundaciones, cambios en los patrones del clima o los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes y dañinos, no ponen en riesgo nuestra vida, pero, según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cuatro muertes puede atribuirse a causas ambientales prevenibles», aseguró recientemente Cecilia Pilar Gracia, presidenta de Manos Unidas, en la presentación de la Campaña 2024.
«Porque los cambios en el clima traen aparejadas la propagación de enfermedades infecciosas (como el dengue o la malaria), el agravamiento de enfermedades crónicas o, como ya hemos mencionado, la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos», advertía la presidenta.
La vulnerabilidad de las poblaciones determina, también, la gravedad que los efectos de la amenaza climática tienen sobre las personas. En una nueva manifestación de la injusticia climática, aquellos que menos han contribuido a esta crisis —provocada y mantenida por el ser humano—, y que menos posibilidades tienen para mitigarla y adaptarse a ella, son los que más están pagando sus consecuencias.
Para Manos Unidas, la mala salud no es solo una consecuencia de la pobreza, sino una de sus causas. Por ello, mediante el apoyo a proyectos en el sector sanitario, la ONG de la Iglesia católica pretende prevenir las enfermedades a través de la creación, el equipamiento y la mejora de infraestructuras sanitarias; la promoción de campañas de vacunación y de medicina preventiva; la formación de promotores de salud; el refuerzo de la atención materno-infantil; la formación en alimentación y nutrición adecuadas; la sensibilización sobre prevención y control de enfermedades endémicas; así como la dotación de agua potable y saneamiento.
Según Naciones Unidas, casi la mitad de la población mundial —unos 3.600 millones de personas— habitan en zonas muy vulnerables al cambio climático y se prevé que, entre 2030 y 2050, el cambio climático cause unas 250.000 muertes adicionales cada año solo como consecuencia de la desnutrición, el paludismo, la diarrea y el estrés térmico.
En el año 2023, Manos Unidas aprobó 85 proyectos, por un importe superior a los 5,2 millones de euros, que contribuyeron a mejorar la salud de más de 520.000 personas.
Además, los cambios de las temperaturas y las precipitaciones fomentan la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue —que apareció en los años 90—, debido a unos factores de riesgo que han incrementado la población del zancudo vector. Es por ello que, si no se aplican medidas preventivas, las muertes causadas por estas enfermedades, que en la actualidad superan las 700.000 al año, podrían aumentar.
En los últimos meses, estamos asistiendo con inquietud a un incremento de los casos de dengue en América Latina. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a 26 de marzo de 2024, se habían registrado más de 3,5 millones de casos y más de mil muertes por esta enfermedad en la región.
Son varios los factores que, según la OPS propician la propagación del dengue. Y, entre ellos, destacan el aumento de las temperaturas y los eventos climáticos extremos, además del fenómeno de El Niño.
«Esto es motivo de preocupación, ya que representa tres veces más casos que los reportados para esta misma fecha en 2023, año récord con más de 4,5 millones de casos notificados en la región», afirmó el director de la OPS, Jarbas Barbosa, durante una rueda de prensa.
«El incremento del dengue durante el año tiene razón en la época de invierno porque existe mayor cantidad de lluvias en la zona de Amazonía», explica Verónica Shibuya, coordinadora de la oficina del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), socio local de Manos Unidas en Loreto (Perú).
En este departamento, según datos de la Gerencia Regional de Salud de Loreto (GERESA), se han reportado a la fecha 1.328 casos, cerca el 80 por ciento de ellos con sintomatología moderada.
«Nos encontramos en zona de alarma —alerta Shibuya—. El dengue es considerado hoy día como un problema de salud pública, no solo en nuestro país, sino también en Latinoamérica. Se creía que solo podía darse en entornos urbanos y semiurbanos, sin embargo, ha quedado demostrado que en la zona rural encontramos brotes de la enfermedad», explica Verónica.
Varios son los factores que han producido la expansión de dicha enfermedad, añade Shibya:«El aumento de las temperaturas, el cambio climático, la falta de acceso a agua apta para el consumo humano, la falta de acceso de servicios de saneamiento y el mantenimiento de las cunetas para evacuar las aguas pluviales».
Por otro lado, el rápido crecimiento de la población y la urbanización no planificada juegan un papel crucial: condiciones de vivienda precarias y servicios de agua y saneamiento insuficientes dan origen a criaderos en objetos desechados y en otros utilizados para acumular agua.
Esta grave amenaza es un ejemplo de los muchos problemas de índole sanitario que pueden derivarse de la crisis climática y del maltrato al planeta. Problemas y enfermedades prevenibles que, a día de hoy, causan la muerte a millones de personas en países con sistemas sanitarios débiles y sin capacidad para hacer frente a los numerosos desafíos asociados a la emergencia climática.
El Día Mundial de la Salud es una fecha instituida por Naciones Unidas para conmemorar el nacimiento de la Organización Mundial de la Salud en 1948. En esta fecha, los países del mundo se unieron y fundaron la OMS para «promover la salud, preservar la seguridad del mundo y servir a los vulnerables, de modo que todas las personas, en todas partes, puedan alcanzar el más alto grado de salud y bienestar».