El 31 de mayo de 2018 se celebró en Quito la segunda reunión del grupo de trabajo de Desarrollo Productivo de Actores Europeos, centrado en analizar aspectos de la cadena del cacao como clave para el desarrollo productivo de Ecuador.
Constituido por la ONG belga Rikolto, la Cooperación Española en Ecuador, la Unión Europea y el proyecto AL-Invest 5.0 impulsado por FEDEXPOR.AL-INVEST 5.0, se trata de uno de los proyectos de cooperación más importantes de la Comisión Europea en Latinoamérica, que busca atraer inversiones europeas a esta región para promover la internacionalización, impulsar la productividad de pequeñas y medianas empresas y fomentar procesos de integración social promoviendo así el desarrollo sostenible de las empresas.
El objetivo de la reunión fue analizar diversos aspectos relacionados con la cadena del cacao, a través de la exposición de experiencias de diez instituciones, empresas y ONG ecuatorianas y europeas que trabajan este producto en el país. Entre los temas que se trabajaron, destacan las cadenas de valor sostenibles, el empoderamiento de las mujeres a través de la producción de cacao, certificación justa y buenas prácticas comerciales en el cacao, así como el nuevo acuerdo comercial con la Unión Europea en la exportación de este producto.
En el debate participaron representantes de la ONG Maquita, socio local de Manos Unidas, y las ONG locales CESA y Fundación Conservación y Desarrollo, que buscan dar una respuesta a estos retos a través del proyecto cofinanciado por la Unión Europea y Manos Unidas en las provincias de Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas.
El sector cacaotero tiene un gran potencial económico y es capaz de generar impacto social y medioambiental. Ecuador, con unas 433.000 hectáreas de cacao, lidera la producción mundial de cacao fino de aroma. Más de 90.000 productores y productoras del país, en su mayoría pequeños campesinos, se relacionan directamente con los intermediarios ubicados en pueblos cercanos. En el caso de Ecuador, el destino de las exportaciones es EEUU y la Unión Europea.
Sin embargo, las plantaciones han permanecido casi inalteradas, con escasa evolución en la tecnología aplicada, a veces por la limitación de servicios financieros en los sectores rurales que impide a productores y productoras invertir en la mejora de sus plantaciones. En los últimos años existe un cambio en los hábitos de los consumidores, prefiriendo alimentos sanos, orgánicos y productos de especialidad. A las empresas chocolateras les interesa, además, variedades autóctonas como las de Ecuador, pertenecientes a una historia, una etnia, una organización. Pero para acceder a esos mercados especiales es preciso que los productores estén asociados y jurídicamente constituidos, con buen nivel organizativo y apertura a comercializar de forma asociativa.
Un reto importante para todo el sector cacaotero mundial, es que a partir del 1 de enero del 2019 regirá la nueva reglamentación de la UE sobre los límites máximos de Cadmio en la semilla de cacao y en el chocolate que se exporten a la UE, por lo que es indispensable una regulación y seguimiento a nivel ecuatoriano sobre los niveles de este elemento químico -que se encuentra de manera natural en muchos suelos del país-, mediante la implementación de medidas de mitigación, como enmiendas a los suelos con materia orgánica, mejora del PH, aplicación de micronutrientes, etc.
Este encuentro permite a nuestro proyecto seguir ligado a los actores principales del sector del cacao en Ecuador, poder adaptar las actividades previstas en el proyecto a las nuevas situaciones existentes en el sector, así como sensibilizar a los productores desde el aporte de soluciones.
Nota: El contenido de esta noticia es responsabilidad exclusiva de Manos Unidas y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la Unión Europea.